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¿Cómo han vivido los jóvenes religiosos la pandemia?

Laura Lizbeth Puentes, coordinadora del grupo de Jornadas de Divino niño, quien considera que esta pandemia debe acrecentar la fe y el compromiso de los católicos.

La cuarentena originada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19, ha repercutido de manera estratosférica en toda la sociedad, modificando la convivencia, modo de trabajo e inclusive la manera de hacer el supermercado para absolutamente toda la sociedad, no sólo en México sino en todo el mundo. 

Parte de esa sociedad son los jóvenes católicos que, a pesar de la situación actual, no han dejado de estar activos para la iglesia.

En el lugar en donde estés, con quien estés siempre va a estar la presencia de Dios en todo momento y estos tiempos han sido la oportunidad perfecta para poder entender eso”, son las palabras que menciona Laura Lizbeth Puentes, coordinadora del grupo de Jornadas de Divino niño, quien considera que esta pandemia debe acrecentar la fe y el compromiso de los católicos.

Pero ¿qué pasa con los jóvenes católicos durante la pandemia? Es una pregunta poco convencional pero que la respuesta tiene muchas caras y no todas ellas son gratas.

Algunos jóvenes, aunque no profesen alguna religión o pertenezcan algún colectivo, experimentan diferentes sentimientos tanto positivos como negativos y durante la cuarentena que se vive actualmente en México algunos de estos sentimientos se han elevado a niveles no vistos por la sociedad actual, pues no se había experimentado una situación similar, ni siquiera con la gripe AH1N1 en el no tan lejano 2008.

El pasado 28 de febrero, México comenzaba con la fase 1 por el coronavirus a la que se le fueron adhiriendo algunas recomendaciones para evitar los contagios, como lo son el distanciamiento social, el uso de cubrebocas, el cierre de negocios no esenciales y el cese de actividades masivas, entre ellas la celebración de la eucaristía y las reuniones de personas. 

En este ámbito millones de personas pertenecientes a grupos de iglesia tanto juveniles como de adultos e inclusive de niños con catecismo tuvieron que posponer actividades ya planeadas como la celebración presencial de la pascua o las misiones.

Al inicio, mencionan coordinadores y miembros de diferentes grupos católicos de la Diócesis de Gómez Palacio, fue complicado adaptarse a una nueva manera de trabajar, puesto que al menos en un grupo religioso, la cercanía o la hermandad se dan y fortalecen por el convivir.

En la Pastoral Juvenil de la parroquia de nuestra señora de la luz, cambió de manera radical, pues a pesar de que se siguen realizando algunas misas con pocos asistentes, los grupos juveniles dejaron de reunirse y los coordinadores Rodrigo Torres y Areli Pérez determinaron también acompañar a los jóvenes mediante herramientas digitales.

El decanato San Juan María Vianey, que es al que pertenece esta parroquia, les pidió un plan de trabajo para mayo, el cual ya se cumplió y trabajan en hacer, junto con los demás coordinadores uno para junio y así poder llevarlo a cabo desde casa.

El sacerdote Javier Arenas Hernández, asesor de la pastoral juvenil de la diócesis de Gómez Palacio es quien se encarga de guiar a los jóvenes pertenecientes a los diferentes grupos de iglesia, apoyando en su formación y acompañamiento. 

Durante este tiempo de pandemia, ha sido un reto en especial para él, puesto que no estaba acostumbrado a utilizar la tecnología para comunicarse a la escala en que lo hace ahora con los muchachos que asesora. 

A su vez, se ha percatado que algunos de ellos experimentan sentimientos de ansiedad, angustia y alejamiento por no poder tener la cercanía entre ellos mismos y la iglesia, no obstante, busca que a través de diferentes actividades que promueven en línea, tengan un espacio para que puedan cambiar esos sentimientos.

“Para un joven católico activo en grupos de iglesia la pandemia ha sido complicada. Estábamos acostumbrados a ir constantemente a la iglesia, casi a diario y de pronto eso cambió. Tratamos de mantener nuestra relación con Dios lo mejor posible. Asistimos a misa y Hora Santa online, anhelando el día en que podamos volver.”, dijo el Padre Arenas.

José Ángel Juárez, coordinador diocesano de Pascua Juvenil en la Diócesis de Gómez Palacio comenta que antes de la pandemia se tenía previsto iniciar con la pascua en toda la diócesis e inclusive ya se había realizado la pre pascua nacional, que es un espacio donde se congregan jóvenes de todo el país para conocer los temas que se tratarán ese año, se les brinda material y se les da un seguimiento al trabajo que se realiza en cada Diócesis para después hacer una pre pascua para la misma, pero se tuvo que cancelar a nivel presencial. 

"Nos impactó bastante, pero también de una forma positiva porque nos mostró nueva forma de Evangelizar". Por primera vez en la historia se llevó a cabo la pascua virtual donde se impartieron pláticas y dinámicas con base al horario que tenían previsto para la pascua física, lo que ayudó expandirse no solo a jóvenes sino hasta familias completas.

“Pepe” comenta que la pascua a nivel nacional, también se vivió de manera muy distinta en algunas diócesis, pues hubo lugares donde no se realizó ninguna actividad, por el mismo miedo y desmotivación que se generó, no obstante, otras buscaron alternativa y levantaron la mano. Gómez Palacio llegó a tener 250 mil personas de alcance en vistas durante su pascua Online.

Por su parte, la coordinadora Diocesana de la Pastoral Juvenil de Gómez Palacio, dice que vivir la pandemia ha sido complicado principalmente porque los jóvenes, en su mayoría estudiantes, estaban acostumbrados a un ritmo de vida totalmente distinto que tuvo que modificarse y dejar de pasar mucho tiempo en la iglesia.

“No es que las iglesias se hayan cerrado, sino que se abrió una iglesia en cada familia de cada joven y siento que eso nos ha ayudado a transmitir el evangelio en nuestra casa, lo que a veces resulta algo complicado”, mencionó Laura.

Para un futuro próximo, además aseguró que se tienen planeadas más actividades que involucren a los jóvenes, como lo son misas exclusivas para ellos, mesa de debates y dinámicas de integración, sumadas a las reuniones y temas que ya se realizan desde el inicio de la pandemia.

Como parte de las medidas para apoyar a los jóvenes que sufren ansiedad, depresión o algún inconveniente a raíz de la cuarentena y el aislamiento social, se pide a los coordinadores o encargados, canalizaros a psicólogos o psicólogas, pues consideran que nunca está de más conseguir ayuda de expertos.

Sin embargo, algunos jóvenes también se han percatado que algunos de ellos se han alejado de la iglesia a raíz del coronavirus, como Azeneth Ortega, es miembro activo de la Pastoral Juvenil de la iglesia del Divino Niño quien considera importante seguir teniendo actividades, involucrando inclusive a personas ajenas a su pastoral, pues en su grupo tuvieron un tema de una persona de Medellín, quien les ayudó a fortalecer los lazos entre los miembros de su grupo. 

“Hay jóvenes que se alejan de la iglesia, porque creen que la iglesia es el edificio, pero no es así”.

Uno de los instrumentos que más ha aportado a seguir el trabajo de los jóvenes es el internet y las diferentes aplicaciones que permiten realizar juntas a distancia como lo son Zoom, Google Meet e inclusive WhatsApp, aprovechando que la mayoría de los muchachos cuentan con este servicio.

Algunos jóvenes ya contaban con su plan de trabajo, mensual, bimestral o inclusive anual, pero que ha tenido que irse modificando conforme avanza la pandemia, también los retiros y dinámicas ya planeados como viacrucis o pentecostés tuvieron que replantearse para realizarse de una manera totalmente distinta.

En palabras de Laura puentes ha sido un reto muy grande ser católico en tiempos de coronavirus porque se está expuesto a una sociedad que poco a poco deja de tener fe y mantener la fe es de por sí complicado por todo lo que se vive, pero también es una satisfacción el sentir que en tiempos difíciles es cuando más necesitas estar cerca de Dios.

¿Qué significa ser un joven católico durante la pandemia?

Significa un compromiso. Desde que le pones joven y la palabra católico, es un compromiso no solo con tu iglesia, sino con la sociedad para tratar de ser un santo de nuestros días, dijo José Ángel Juárez.

Espero una nueva normalidad donde predomine la solidaridad, la caridad y la esperanza con aquellos que han sido más afectados por esta pandemia. Espero jóvenes más alegres, más entusiasmados y enamorados de Dios, comentó Laura García

Es un camino a la santidad, vamos caminando con paciencia, con amor y caridad para llegar a ser santos. La pandemia tiene que ser parte de un camino hacia la santidad, en palabras del Padre Javier Arenas.

En sí es ir más allá de un edificio y llegar a muchas más personas por medios que nunca nos imaginamos, pues a pesar de que utilizábamos las redes no las usábamos para evangelizar, dijo Azeneth Ortega.

Todos te cuestionan dónde está Dios y por qué no nos ayuda, cuando quien creo esta problemática fue el hombre, entonces ser católico en esto tiempo es ser una prueba más. Dios les da la batalla más difícil a los mejores soldados, finalizó Rodrigo Torres.

Es una pregunta que nos hemos hecho muchos, pero en lo personal es complicado estar en casa porque has crecido con la idea de que tienes que salir a proclamar esa palabra con la que tú has encontrado respuestas.

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Rolando Riestra
  • Rolando Riestra
  • Reportero Gráfico de Grupo Milenio, egresado de la Universidad Autónoma de Coahuila. Viendo a través de la lente los hechos que marcan la historia.
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