Autoridades de Calimaya decidieron crear una alianza con pepenadores de la región para evitar que alrededor de 20 toneladas de basura fueran desechadas semanalmente en las barrancas del municipio, de acuerdo con el director de Servicios Públicos, Lorenzo Hernández Miranda.
El ayuntamiento cuenta con cuatro camiones recolectores que deben abarcar los 102 mil 307 kilómetros cuadrados que tiene de superficie la demarcación; es una tarea compleja, por lo que particulares decidieron aprovechar la situación para recoger la basura de los pobladores, extraer materiales reciclables y comercializarlos.
El problema es que una vez que terminaban de seleccionar lo que les servía, arrojaban a las barrancas los sobrantes y surgieron tiraderos clandestinos que propiciaban la generación de fauna nociva, así como la contaminación de los mantos freáticos.
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Las autoridades tenían que gastar más para sacar todos los desechos con el uso de máquinas especiales, lo que implicaba egresos innecesarios y el empleo de tiempo que podrían aprovechar en otras actividades, explicó.
Ante ese panorama la Dirección de Servicios Públicos hizo un acuerdo con 10 recolectores de basura particulares a fin de que sean ellos quienes pasen casa por casa por los desechos a cambio de quedarse con aluminio, pet, cartón, entre otros materiales que pueden comercializar, pues no tienen un sueldo fijo; solo les piden que dispongan los sobrantes en lugares específicos.
De esa forma cada ocho días los camiones del ayuntamiento acuden para recoger lo que no utilizan los pepenadores. Aseguró que era necesario realizar esta alianza como una forma de tener un control, de regularizarlos y al mismo tiempo brindar el servicio de recolección a más personas con los recursos que tienen.
MCLV