El pasado 29 de agosto, la Ciudad de México fue testigo de la entrega y el magnetismo oscuro de HYDE, una figura icónica del rock japonés presentándose por primera vez como solista el emblemático Circo Volador.
Durante la presentación, HYDE logró algo poco común: que la audiencia no solo escuchara, sino que se convirtiera en parte activa del espectáculo. Esa comunión entre artista y público es el pulso vital de un gran concierto, y en esta ocasión, todos lo sintieron.
El setlist ofrecíó un viaje a través del alma de HYDE y sus influencias más expansivas, desplegando momentos de introspección, furia y homenajes.

Desde su más reciente álbum HYDE [INSIDE] lanzado en 2024, hasta versiones vibrantes como “Faint” de Linkin Park, “HONEY” de L'Arc‑en‑Ciel y “GLAMOROUS SKY” popularizada por NANA. la selección fue amplia y emocionalmente variada Este mosaico musical no solo reafirmó la versatilidad de HYDE como músico, sino también su habilidad para rendir tributo a su legado como en VAMPS, con “DEVIL SIDE” y “SEX BLOOD ROCK N' ROLL” y a referentes que lo han marcado.

La mezcla generó un ambiente cargado de nostalgia, intensidad y un sentido de familiaridad compartida.
No es coincidencia que este evento haya tenido lugar en el Circo Volador, un centro cultural, nacido de una iniciativa sociológica para fomentar el arte y la inclusión, ha sido siempre un espacio de expresión auténtica y comunidad. El entorno se fundió con la oscuridad y la energía dramática del show, brindando una atmósfera que elevó aún más la intensidad del encuentro.
La noche del 29 de agosto en el Circo Volador no fue simplemente un recital más: fue una ceremonia ritual del rock, potencia emocional y comunión cultural. HYDE demostró una vez más que su presencia eclipsa lo ordinario. A través de su voz, exploramos dolor, deseo, melancolía, furor y todos lo sentimos juntos en un enclave hecho de arte, pasión y conexión.
