Espectáculos

Henri Donnadieu: el visionario que convirtió la noche en un refugio cultural LGBT en México

Pionero de la vida nocturna LGBT en la Ciudad de México, Henri Donnadieu dejó una huella imborrable con El Nueve, un bar que se transformó en epicentro cultural y de libertad en los años ochenta

Henri Donnadieu, animador cultural y pionero de la vida nocturna LGBT en la ciudad de México, murió hace unos días en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. La noticia de su fallecimiento se hizo oficial el día 12 de agosto. 

Su amigo Aureliene Guilabert manifestó que no habría velorio, por que así fue la voluntad de Donnadieu. Sus múltiples amigos, provenientes del teatro, las artes plásticas, el cine, la literatura y el mundo del espectáculo, compartieron la noticia con dolor.

La llegada a México y la creación de El Nueve, primer bar abiertamente gay

Donnadieu llegó a la ciudad de México a mediados de los años setenta. De la mano de su amigo sentimental y socio, Manolo Fernandéz, abrió el bar El Nueve, en la Zona Rosa. 

Entrados los ochenta, el bar El Nueve se convirtió en uno de los centros de gravedad de la escena artística y cultural de la ciudad de México, por la forma en que abrió sus puertas a la experimentación sexual, pero también musical, literaria y artística de las nuevas generaciones.

Allí tocaron los grupos La Maldita Vecindad y Café Tacvba; el escritor Guillermo Fadanelli organizaba las presentaciones de su revista Moho, Tito Vasconcelos hacía apariciones de cabaret y el artista David Hockney, de paso por México, pintó un mural efímero. 

Allí se homenajeaban las carreras de personas más conocidas como Silvia Pinal y Carmen Salinas, pero al mismo tiempo El Nueve fue la primera plataforma para artistas trans como Alejandra Bogue y Terry Holiday.

Muere Henri Donnadieu, fundador de El 9, primer bar gay en México
Muere Henri Donnadieu, fundador de El 9, primer bar gay en México | Fotos: Javier Ríos

De El Nueve a nuevos proyectos


Luego del cierre del bar El Nueve en 1989. Donnadieu trabajó con otros empresarios de la vida nocturna. Animó las fiestas de El Candelero y las Veladoras, en los años noventa. En los dos mil manejó el restaurante de la Casa de Francia en México así como la cafetería del Centro Cultural del Bosque, y fue gerente de otros restaurantes y bares. Hizo varios intentos por revivir la experiencia de El Nueve, pero ya no consiguió el mismo éxito. 

Donnadieu nació en mayo de 1943, en Cagnes-sur-Mer, un pequeño pueblo en la Riviera Francesa, cercano a Niza, en el seno de una familia de clase trabajadora. Su padre fue policía y su madre ama de casa. Con el hijo recién nacido, ellos se unieron a la resistencia francesa y dejaron a Henri a cargo de su abuela,  Jospehine Cavallo, de origen italiano. Ella era cocinera de una casa burguesa y fue quien transmitió a su nieto cierta curiosidad por la cultura.

Gracias a una inteligencia precoz, Donnadieu se abrió camino en el sistema educativo francés y llegó a la universidad. Primero estudió medicina en la Universidad de Montpellier, disciplina por la que no sentía ninguna vocación. 

Consiguió que lo transfirieran a París, a la prestigiosa Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sorbona, donde se hizo trotskista y un verdadero adicto al cine. 

Para graduarse, Donnadieu trabajó con el famoso Raymond Aron una tesis sobre la implantación de las casas de cultura en Francia, una política de la posguerra, cuya misión era hacer accesibles las grandes obras de la cultura occidental. De allí tomó la idea del bar como una casa de la cultura.

De Oceanía a la Zona Rosa


Después de graduarse, consiguió un trabajo como profesor de derecho en la Universidad de Sidney, un puesto que abandonó por su total incapacidad para hablar inglés. Descorazonado, se mudó a la colonia francesa en Nueva Caledonia, donde comenzó a trabajar como notario. 

Pronto dejó la notaría e inició una carrera como emprendedor local, de restaurantes y bares. Su ascenso económico fue notable. Se convirtió en una figura muy conocida localmente. 

Entre otras muchas actividades, Dennadieu comenzó a financiar al partido independentista local, y eso le trajo la odio de las autoridades coloniales quienes manipularon a la banca local para cortarle paso a su dinero y acusarlo de un fraude financiero.

En un escape que se antoja de película, Henri dejó las apartadas islas de Oceanía y buscó refugio en México, a donde había venido un par de veces de vacaciones. 

Llegó en busca de un amante: Manolo Fernández, el hijo de una rica familia de emigrados españoles de Tampico. Junto con Manolo, abrió El Nueve, en el corazón de la Zona Rosa, una de las áreas más cosmopolitas de la ciudad. 

El Nueve como casa de cultura y diversidad

Ese bar sería un refugio de los homosexuales de clase alta de la ciudad de México durante algunos años, hasta que Manolo se vio involucrado en un rocambolesco escándalo por el cierre de una sucursal de El Nueve en Acapulco, y terminó en la cárcel por unos meses.

Con su socio fuera de circulación, Donnadieu se puso al frente de El Nueve. Había mejorado su dominio del español y conocía la ciudad más a fondo. Así, pudo poner a prueba el experimento de combinar una casa de la cultura con un bar, dejando entrar a El Nueve no sólo a los homosexuales, lesbianas, travestis y personas trans de la ciudad, sino también a las nuevas manifestaciones culturales.

Abrió un cineclub, donde se pasaban películas de vanguardia; inauguró una compañía teatral que presentaba un espectáculo de cabaret y más tarde,  se asoció con dos promotores culturales, el editor Rogelio Villarreal, al frente de la icónica revista La Regla Rota y Ramón Sánchez Lira, Mongo, que se ocupaba de la programación. 

Con ellos dos, llegó al Nueve la joven generación que en los ochenta con su ánimo cosmopolita y la global. La apertura de El Nueva a estas manifestaciones se dio en medio del golpe a la ciudad por el temblor de 1985 y la crisis provocada por el VIH Sida, que afectó enormemente a la comunidad LGBT.

El ascenso de Donnadieu terminó dramáticamente cuando él y sus socios invirtieron esfuerzos y dinero en construir una discoteca de varios pisos, que tenía un bar y una sala de espectáculos, además de un par de obras de Andy Warhol. 

El Metal fue clausurado por las autoridades pocos días después de su apertura en septiembre de 1989. Ya no lo pudieron reabrir, interrumpiendo la evolución de un animal nocturno que le daba a la ciudad un brillo poco común.

La figura de Henri Donnadieu fue cayendo poco a poco en el olvido hasta la publicación en 2014 del libro Tengo que morir todas las noches. 

Años más tarde, Donnadieu escribió su propio libro de memorias, La noche soy yo. Estas obras lo dieron a conocer a las nuevas generaciones que lo adoptaron como un ídolo de la comunidad LGBT. 

Donnadieu recibió varios homenajes en vida. En 2024 los directores Ernesto Contreras y Alejandro Zuno llevaron a las plataformas una serie, poniendo al día muchos de los temas de la vida de Donnadieu, como la familia elegida y la noche como manifestación cultural, haciendo un merecido homenaje a este promotor cultural de México.


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Guillermo Osorno
  • Guillermo Osorno
  • Guillermo Osorno es escritor y periodista. Es autor del libro Tengo que morir todas las noches. Hoy conduce el programa Por si las moscas que se transmite en Canal 22.
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