El actor británico, Tom Hardy, de 47 años, es conocido por su versatilidad, pero también por las transformaciones físicas que realiza para sus papeles.
Ahora, ha confesado el alto costo que ha tenido que pagar por estas interpretaciones, revelando que los daños en su cuerpo son una secuela permanente que lo ha afectado por años.


Los papeles que le pasaron factura
En varias entrevistas, Hardy ha sido muy honesto sobre el costo físico que le han cobrado sus personajes. El actor mencionó específicamente tres papeles que lo han dejado con secuelas a largo plazo:
- Bronson: Para interpretar al infame prisionero, tuvo que ganar 19 kilos de masa muscular en un tiempo récord, un proceso que le causó graves problemas en las articulaciones.
Hardy ha reconocido que el rol no solo le pasó factura física, sino también mentalmente, al tener que sumergirse en la psicología de un personaje tan complejo y perturbador.
- Warrior: En esta película, donde interpreta a un luchador de MMA, su intenso y riguroso entrenamiento le provocó daños en el cuello, las rodillas y la espalda.
- El caballero de la noche asciende: Para dar vida a Bane, Hardy se sometió a un entrenamiento físico extremo, además de llevar un traje que le provocaba una enorme presión en la espalda.

Problemas de salud y el costo real que se refleja en varias cirugías
A pesar de que el público solo ve el resultado en la pantalla, el proceso de transformación tiene consecuencias físicas importantes. El actor afirma que, a diferencia de otros de sus colegas que pueden recuperar su físico, para él "los daños ya están hechos".
Hardy reveló que ha sufrido varias cirugías y padece de problemas serios como una hernia en la espalda y ciática. En sus propias palabras, confesó el verdadero costo de sus personajes:
"Me han operado dos veces de la rodilla, tengo una hernia discal en la espalda y ciática. ¿De dónde viene eso? ¿Por qué? ¿Por qué? Y también tengo un tirón en el tendón de la cadera.
El actor cierra con una contundente declaración de sentir cómo su cuerpo le implora descanso y dejar de lado los papeles fuertes en acción:
"Es como si todo mi cuerpo se estuviera cayendo a pedazos ahora, y no va a mejorar".
Aun así, Hardy ha dejado claro que, a pesar de las secuelas, el proceso de transformación física es una de las partes más importantes de su trabajo como actor y algo que está dispuesto a seguir haciendo por sus personajes y tal podemos observar con Venom.
Venom resultó ser uno de sus personajes que más disfrutó hacer pero también confirma que le dio batalla para poder recrear todas las escenas de acciones:
"Me encantó interpretar a Eddie en Venom. Hacer malabares con motosierras. ... ¡Subirme a un monociclo y tirarme de todo! Intentaba esforzarme al máximo"

Esto se suma a su reciente estreno, Havoc, que también es una película de acción y se ha sumado a la larga lista de películas del actor.
Otros actores que se han sacrificado por un papel
El caso de Tom Hardy no es único. La historia del cine está llena de actores que han puesto su cuerpo en riesgo para dar vida a sus personajes:
- Christian Bale: Se hizo famoso por su increíble pérdida de peso para El Maquinista, donde solo comía una manzana y una lata de atún al día. El drástico cambio lo dejó con secuelas graves y problemas de insomnio.
Años después, tuvo que ganar peso rápidamente para interpretar a Batman, lo que también afectó su salud.
- Tom Cruise: El actor es conocido por hacer sus propias escenas de acción. En Misión: Imposible, se rompió un tobillo al saltar entre dos edificios.
A pesar de la lesión, continuó corriendo frente a las cámaras hasta terminar la toma, demostrando su compromiso.

Con estos varios testimonios, esto solo demuestra el sacrificio que muchos actores hacen en la búsqueda de la perfección en sus papeles y poder dar lo mejor de ellos mismos, destacando su compromiso y pasión por la actuación aunque su propio cuerpo les este pidiendo un descanso.