Hombres y mujeres, a manera de una manifestación pacífica, se unieron contra la trata de personas mediante un baile en el monumento a la Revolución, donde también acudieron decenas de mujeres supervivientes de explotación y madres de desaparecidas.
Eve Ensler, la creadora de Un billón de pie y de la obra Los monólogos de la vagina, arribó a México para ser parte del movimiento que ya consiguió voz en 29 de los 32 estados del país y que continuará recorriendo el mundo para luchar contra la trata de personas.
"Hola, Ciudad de México. Estoy muy feliz de estar aquí esta tarde; todos se ven hermosos desde acá arriba (del escenario). Esta revolución en México es muy fuerte, ayer estuve en Chetumal, donde 7 mil personas se levantaron a bailar y el mundo se sacudió. Quiero decirles a todas las mujeres presentes que cuando nos unimos podemos encontrar nuestro poder, nuestra resistencia y nuestra fuerza para revolucionar", dijo Eve.
"Así es que cuando bailamos regresamos a nuestros propios cuerpos, aquellos que nos robaron cuando nos violaron, nos abusaron, nos apachurraron y no nos valoraron. Cuando bailes hoy, siente tu cuerpo, tómalo y no seas un refugiado, porque tu poder está en tu vagina. Los amo a todos, voy a bailar con ustedes", agregó la activista.
Los involucrados y los curiosos que se acercaban al evento atraídos por la música se levantaron por el género femenino con el tema"Rompe las cadenas", interpretado por Manoella Torres, y también una versión en cumbia a cargo de la Sonora Dinamita.
Mientras los presentes se involucraban por seguir la coreografía que habían ensayado minutos antes, a sus espaldas se levantaban pancartas con fotografías de mujeres de todas las edades que un día no volvieron a casa.
"Vamos a lograr que los 32 estados de la República bailen. Por eso está aquí Eve, porque México es el país que más participación ha tenido en el mundo", declaró en entrevista Rosi Orozco, presidenta de la comisión Unidos contra la trata de personas, instancia que cada año apoya al movimiento de Ensler.
También estuvo presente Karla de la Cuesta, quien ahora apoya la causa a través de su experiencia que expone en su obra testimonial, Alas abiertas.
"Critican que las víctimas hablen, si no hubiera esta iniciativa de empoderar a las víctimas nunca hubiera entendido que lo que yo viví se llama trata de personas. Esa información me dio poder, libertad y sanidad", declaró.
Todo el año las asociaciones civiles trabajan en llevar información a los más jóvenes para cambiar la educación desde raíz y evitar una sociedad machista. También acuden a los reclusorios para tratar de rehabilitar a los delincuentes. Mario Hidalgo Garfias es un ex recluso recuperado, ya que después de pasar 12 años en prisión por el crimen de trata de personas ahora ayuda ofreciendo conferencias.
"Aunque suene mal es necesario decirlo: secuestré e hice daño. Ahora hablo de la trata de personas", expresó .