“La dirección de arte no es lo que ves, sino lo que cuentas", sostiene el ganador del Oscar, Eugenio Caballero. El director de arte mexicano, presente en la edición 40 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, no solo recibió homenajes, sino que se convirtió en faro para una nueva generación de cineastas.
En una emotiva master class junto a quienes llamó su “familia cinematográfica”, Caballero desentrañó las claves de su éxito y compartió lecciones que trascienden la técnica para adentrarse en la esencia del arte cinematográfico.
“Nosotros hemos aprendido juntos el oficio, la verdad es que la dirección de arte no era considerada imprescindible en una película en México y era muy difícil buscar espacios”, compartió el cineasta ante una Sala 2 del Conjunto Santander con un gran número de estudiantes y jóvenes ávidos de aprender.
¿Cómo inició Caballero su carrera en el cine?
En la introducción a la charla, destacaron su preparación como una forma de motivar a las nuevas generaciones a buscar más, recordaron que tras estudiar Historia del Arte e Historia del Cine en Florencia, Italia, Caballero inició su carrera en cortometrajes y videos musicales, donde ganó un Premio MTV, su salto a largometrajes llegó como asistente y decorador, acumulando experiencia en 30 películas, 20 como director artístico.
“En realidad yo me acerqué al cine a través de una crisis personal, una crisis de haberme ido unos años a estudiar Historia del arte y de, justamente, no ver un futuro ahí. No quería durar en una exposición, no quería solo diseñar exposiciones, ni vivir en un museo o en un oficina de la Academia”, resaltó y fue eso lo que lo llevó a los sets, a picar piedra a encontrar su propio lugar en el cine.
Fue hasta 2007 cuando se llenó de gloria al alzar la estatuilla del Oscar por su trabajo como director de arte en la cinta del tapatío Guillermo del Toro: El Laberinto del Fauno, donde creó un mundo gótico-fantástico que fusionó la realidad franquista española con mitos ancestrales, ese diseño de arte impactó al mundo y entonces sí su obra se volvió objeto de exposiciones y museos.
Los reflectores se volvieron hacia él y las propuestas inundaron su bandeja de entrada, fue así como el director español Juan Antonio Bayona, también de visita en Guadalajara, lo invitó a crear el universo de Un Monstruo Viene a Verme, con la que ganó un premio Goya, a lo mejor del cine en España.
Alfonso Cuarón lo hizo recrear los años 70 para la cinta Roma y hubo más reconocimientos y nominaciones en los Oscar, BAFTA y Critics’ Choice Awards.
En una conferencia previa donde fue interlocutor de Bayona, ambos revelaron detalles de su trabajo en la cinta Lo Imposible, donde recreó un tsunami sin un plan definido, según contó el propio Bayona, y enfatizó que no sabían cómo hacerlo, pero siguieron el corazón de la historia.
“Ese es el reto maravilloso: crear desde lo desconocido”, aconsejó Caballero.
Según Eugenio, el diseño de producción es “un juego que deja pistas", donde la narrativa prevalece sobre la estética.
“Mi mayor desafío es comunicar ideas. Si no me entienden, la responsabilidad es mía.
“Al final el destino último de todos nosotros los cineastas, es provocar una emoción. Provocar una emoción viene como resultado de preguntas y de respuestas, de respuestas que tienen que ver con nuestros propios oficios”, señaló.
Durante esta edición de FICG 2025, Caballero fue mentor en Talents Guadalajara, programa que conecta a cineastas emergentes de México, Centroamérica y el Caribe.
Desde esa tribuna decretó “Si lo quieren hacer, ¡pueden! El esfuerzo y las decisiones son su brújula".
MC