Las salas de cine de Guadalajara se llenaron de la fiebre rosa de Barbie.
Pequeños, jóvenes y adultos; mujeres y hombres... todos por igual, se dejaron llevar por el fenómeno mundial del estreno de la cinta protagonizada por los actores Margot Robbie y Ryan Gosling.
"Ya soy una persona cuarentona, entonces realmente remueve lo que es un poquito la infancia, la colección de Barbies que tenía uno, por completo. La temática realmente es importante porque vuelve uno hacer que nuestros hijos sigan con la idea de querer ser lo que quieren ser", dijo Carmen, fanática de Barbie.
En la Plaza Altea ubicada sobre Río Nilo, se pudieron observar aún durante la noche las largas filas para ver la película.
La mayoría acudieron vestidos con alguna prenda de color rosa o el logo de Barbie, incluso otros llevaron sus muñecas de colección.
"Las estuve buscando, el tianguis de Tonalá, que es un tianguis muy famoso que es muy conocido, ahí los pudimos encontrar, porque realmente estaban súper agotadas en muchos lados", comentó Carmen.
El fanatismo también alcanzó al personal del cine, quienes con sus propias manos y recursos decoraron la taquilla y dulcería con los colores y siluetas de Barbie, además de usar playeras temáticas.
Aunque se vendieron vasos especiales y palomitas de color rosa, estas se agotaron de inmediato, al igual que las entradas, que previo a su estreno se vendieron en su totalidad los lugares para las funciones del jueves y viernes.
¿Cuál es la historia de Barbie?
Fue creada en 1953 por Ruth Mosko, una madre que quería proporcionar a su hija un juguete que representara a la mujer independiente y la alejase de los muñecos tradicionales que simulan bebés a los que cuidar.
¿Cuándo se creó la primera Barbie?
Así nació Barbie, en 1959, con una figura esbelta, cabello rubio y un ajustado traje de baño al estilo cebra.
¿Por qué se llama Barbie?
Ruth Handler se inspiró en su hija Barbara para llamar a este nuevo producto. Justamente su hija era quien le insistía a su madre porque que no le atraía jugar con muñecas de trapo –tan comunes de la época-, a servir el té, ser la mamá o realizar tareas domésticas.
JMH