El conductor de TV e influencer Adrián Marcelo tiene millones de ojos encima. Los mexicanos espían sus movimientos en La casa de los famosos, el reality show de Televisa que el domingo pasado alcanzó una audiencia de 3.7 millones de espectadores. Lo miran en la tele y en redes sociales, dos campos de batalla donde el regiomontano sabe disparar.
Lo juzgan, lo aman, lo odian. Discriminador, racista, misógino, abusón, divertido, estratega. Los adjetivos que le cuelgan se reproducen sin cesar. Y de pronto se enciende un interesante debate sobre depresión, salud mental y medicamentos controlados. No gustó su ataque a Gala Montes. Más de 170 mil personas han firmado una petición en Change.org para que le retiren su cédula profesional de psicólogo.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México lanzaron sendos comunicados reprobando los discursos de odio. Los televidentes convertidos en jueces morales de los protagonistas de un show de televisión. La gente discute con más pasión y seriedad que en tiempos electorales.
El reportaje de Luis Mendoza nos mete en la casa más famosa de México y arroja pistas para entender el impacto del fenómeno televisivo de la temporada, el cual arrancó poco después de las elecciones presidenciales. Ya no es Claudia Sheinbaum vs. Xóchitl Gálvez. ¿Arath de la Torre, Sabine Moussier o Mario Bezares? ¿Y usted por quién vota? ¿Ricardo Peralta, Gomita o Briggitte Bozzo? ¿Y tú a quién espías?
El programa aún no le pisa los talones al episodio final de la pasada temporada, cuando Wendy Guevara se coronó como ganadora: 20 millones de mexicanos la vieron apagar las luces de la casa. Un récord histórico.
Y si de espías hablamos, traemos la historia del mexicano que logró infiltrarse en el servicio exterior para husmear en los armarios de Fidel Castro en pleno conflicto con Estados Unidos. ¿A quién informaba? A la CIA. Laura Sánchez Ley nos cuenta que Humberto Carillo y Colón enviaba y recibía mensajes encriptados a través de la radio.
Ricardo Balderas también le entra a los expedientes desclasificados por el Archivo General de la Nación. Los espías de la Dirección Federal de Seguridad siguieron los pasos del escritor Carlos Monsiváis, a quien definieron como “marxista lírico, crítico intransigente”. El fundador del Frente de Liberación Homosexual en 1979 era un “espécimen indescifrable, estudios inacabados en la UNAM de Derecho, Economía y Filosofía y Letras… Resentido personal y profesional de la ironía doméstica”, escribieron.
En la octava edición de DOMINGA inauguramos una colaboración semanal con ‘The New York Times’. Los entretelones de la amistad entre Kamala Harris y Barack Obama son espléndidamente relatados por Katie Rogers, corresponsal en la Casa Blanca. El expresidente es un asesor cercano de la candidata presidencial del Partido Demócrata.
El escritor Martín Solares entrevista al precursor de la literatura del norte, Luis Humberto Crosthwaite, quien regresa al ruedo de las letras luego de años de espera. “Se me ocurrió contrastar el norte con el centro y sur a través de su música: Los Tigres del Norte vs. José Alfredo Jiménez, para llegar a la conclusión de que todo México es una mezcla de culturas y en ello radica su riqueza espiritual”, apunta el autor de El último show del Elegante Joan (Random House).
La nueva entrega de la serie semanal sobre los cárteles mexicanos nos ofrece detalles y anécdotas sobre el auge y caída de Los Caballeros Templarios, donde los capos resucitan y la fe mueve carretadas de dólares. La narrativa de Óscar Balderas retrata la ira de Dios en la Tierra, en México, por los caminos de Michoacán, Guerrero y el Estado de México.
Como postre les dejamos una crónica de turismo ufológico. Augusto Cruz nos cuenta que en Playa Miramar , Tamaulipas, creen en los extraterrestres y ovnis. El origen de este culto es más dicharachero que científico, más fiestero que religioso, y más cervecero que dogmático. Los seres galácticos defienden a los lugareños de ciclones y huracanes.
Así su DOMINGA de esta semana. Hay que leer para contarla.