Belén Cuturi vive en la Ciudad de México, en la colonia Roma. Hace cinco años decidió dejar su natal Uruguay con la intención de acompañar a su pareja a una aventura laboral sin saber que sería en tierra azteca en donde las puertas de la música se le comenzarían a abrir.
Relajada, sentada en su sillón color azul y bebiendo un café, Belén plática con Notivox acerca de su música, de sus inicios, sus motivaciones, familia y de las mil cosas que le falta hacer para hacer realidad todos sus sueños.
“Fue en 2018 que mi pareja consiguió trabajo acá y yo no estaba tan afín de venir, de cambiar tan repentinamente y llegar a una ciudad tan loca. En Uruguay somos tres millones y es muy chiquito, pero cuando llegué a México me encantó”, menciona Belén mientras voltea a ver la vista llena de árboles que tiene por su ventana.

Primeros pasos en la música
La cantautora viaja por un momento de vuelta a Uruguay y recuerda aquellos inicios cuando aún sin tener a algún familiar músico, decidió tomar clases de canto y de piano y emprender el viaje que la llevaría, en unos años, a kilómetros de su hogar.
“Mis padres son médicos, pero nadie se dedicó a la música. aunque siempre había banda sonora en el hogar ya sea en las comidas o haciendo cualquier cosa. A los 15 empecé en clases de canto y luego de piano y mi primer contacto con la música en vivo fue de corista en una banda de reggae durante tres años para después armar un grupo llamado Maracuyá, yendo a restaurantes y bares a dejar nuestros demos”, recuerda.
Primeras canciones y el reto de cantar en público
Con estas experiencias y con el contacto con un público siendo más frecuente, Belén escribió aquellas primeras canciones en las que comenzaba a encontrar un estilo propio, una profundidad lirica y un sonido. Hoy, años después, Cuturi mira hacia atrás y las recuerda con cariño, pero confiesa que ahora no le gustan tanto.
“Las primeras canciones no me encantaban tanto, pero es un constante aprendizaje; ahora las escucho y ya no me gustan tanto. Me ponía muy nerviosa de corista y luego me ponían a cantar a mi sola. Soy bastante tímida, pero con la música aprendí a superar ese miedo escénico”.

Pero la música no era su única meta, Belén es psicóloga y licenciada en comunicación. Es por eso que invita a todas las personas a no enfocarse en una sola meta e ir contra lo que nos dicen: “persigue tu sueño”. “Siempre fui de hacer muchas cosas; soy psicóloga y licenciada en comunicación; siento que nos acostumbran a tener un solo sueño, pero siempre vi mi vida por mucho que lograr”.
El reto de encontrar un público
Belén ha lanzado dos discos y se encuentra próximo a lanzar el próximo del que se desprende el tema Noche Hermana. Ha sido un camino largo en donde ha tenido que salificar muchas cosas para lograr llegar a los oídos de la gente, tarea que es muy difícil hoy en día a pesar de plataformas y de tanta oferta de música y sonidos.
“Es difícil hacerse de un público para un artista como yo. A veces es cosa de cambiar el foco y no pensar en el sold out; nos adentramos en una ansiedad que no tiene sentido. La magia está en las personas que gastan poquito de su sueldo para ver a un artista; se siente muy bonito. El desafío mayor es cómo generar una base del publico constante, habiendo tanto estimulo musical, pero se puede lograr haciendo música sincera y abriendo espacios en los que presento mis canciones y que puedan llegar a más gente”, finaliza.
El jueves 10 de noviembre se presentará en el Foro del Tejedor como preestreno de su disco que llegará el 11 de noviembre. Belén ha compartido escenarios con otros cancionistas latinoamericanos como Alex Ferreira, Silvana Estrada, El David Aguilar, Benjamin Walker y Santiago Prieto (Monsieur Periné).
DAG