Cuando en 2007 Amaia Montero decidió desprenderse de La oreja de Van Gogh para iniciar una carrera en solitario no era consciente de las responsabilidades que implicaba; nueve años después la española experimenta la tranquilidad que le da la experiencia.
“La tranquilidad te la va dando la experiencia, al principio era un poco más complicado. Fue volver a empezar y no sé si era tan consciente de eso; muchas cosas eran nuevas y a estas alturas tengo la tranquilidad de que todo está más controlado. Aunque son decisiones constantes que hay que tomar solo”, declaró la cantante en entrevista telefónica.
Si bien su próxima visita a México es con la intención de mostrar a sus fans todo aquello que no les ha podido cantar en directo y que refiere a su etapa en solitario, Amaia tampoco está peleada con la nostalgia que experimenta el público que desea que interprete temas de La oreja: “Estoy muy orgullosa de todo lo que representó La oreja, para mí fue un motivo de orgullo, muchos fans me conocen de esa etapa y siguen estando a mi lado porque les gusta lo que hago en solitario. Uno no debe tener complejos a la hora de hablar de las cosas que le han ocurrido en la vida, sobre todo de las positivas, como es el caso”.
“El concierto es de hora y media y canto mis discos en solitario pero también alguna canción de esa etapa”, prometió la española, quien promociona su disco Si Dios quiere, yo también.
Montero ha procurado mantener contacto con México a través de redes sociales, pero no niega la emoción que experimenta al acercarse el 21 de julio, día en que se encontrará cara a cara con sus fans en El Plaza Condesa.
“Las redes sociales trajeron la forma de siempre estar pendiente. Sé todo el cariño que me tienen por acá, por eso es tan especial el reencuento”, destacó.
