Malas noticias al interior del campamento de los Lobos BUAP, donde su arquero, Antonio Rodríguez, confirmó fractura del dedo meñique de la mano izquierda, ello a consecuencia del golpe recibido en el juego anterior frente a los Xolos de Tijuana, lo que pone en duda su participación para el choque del domingo en contra de la Máquina Celeste del Cruz Azul.
Fue el propio guardavallas quien dio a conocer la noticia en conferencia de prensa, donde destacó que luego de someterse a una serie de estudios, inició ya el tratamiento con la intención de recuperarse lo antes posible, en espera de recibir el alta médica para el cotejo que se tiene en puerta.
"Se sacaron los estudios, es correcto, tengo una pequeña fractura, te fallaría por decirte los nombres de los huesos, no soy médico, pero sí hay una pequeña fractura, hemos analizado todas las opciones que tengo para mí recuperación, decidí cual es la más pronta posible y la que me deje de mejor manera, voy a estar en manos del doctor, de los kinesiólogos, estoy tranquilo porque sé que Dios está conmigo y que contamos con dos de las mejores personas que he conocido en el área médica, hablando futbolísticamente, voy a ir paso a paso, día a día".
Los próximos días serán clave para el guardameta, que en lo que va de la temporada es el hombre de hierro por parte de los licántropos, ya que ha disputado los quince cotejos del torneo, lo que representa un saldo total a favor mil 350 minutos, donde únicamente ha registrado una tarjeta amarilla.
Si bien en banca el técnico, Juan Francisco Palencia, no tiene de qué preocuparse pues cuenta con dos arqueros de experiencia, como lo son Francisco Canales, así como el seleccionado nacional peruano, Alejandro Duarte, ninguno de ellos ha tenido participación desde que el torneo de Copa MX concluyó para los universitarios.
Precisamente en dicha justa, Duarte contribuyó con 270 minutos, es decir, tres partidos disputados, mientras que Canales, que durante el ascenso del equipo fue un elemento indiscutible bajo los tres palos, limitó su actuación a un solo partido, es decir, 90 minutos, que reducen sus probabilidades de saltar al campo en caso de ser requerido ante la lesión de su compañero.
ARP