Tras sortear una serie de imprevistos mecánicos que en la temporada le han impedido coronar su buen desempeño en las pistas con un resultado a favor, el piloto tapatío, Max González, llega a Puebla con la firme convicción de pelear las primeras posiciones dentro de la décima fecha de la Nascar Peak México Series que tomará por asalto el Autódromo “Miguel E. Abed” en Amozoc.
Para el corredor del auto rotulado con el número 27, la campaña ha puesto a prueba sus dotes al frente del volante, ya que ha debido enfrentarse a diversas situaciones en los distintos escenarios donde se ha presentado, lo que de ninguna manera ha apagado sus deseos de pronto llevarse la bandera a cuadros.
Y es que desde el comienzo del serial, González vio frustrados sus deseos de concluir la fecha inaugural en Monterrey, donde un contacto en su auto lo obligó a abandonar repentinamente la contienda, justo cuando había iniciado la remontada sobre la pista y el vehículo respondía a las mil maravillas.
Para la segunda fecha, disputada en Chiapas, Max concluyó la afrenta en la décimo sexta posición, ello luego de pelear durante casi todo el recorrido el top-ten, situación similar a la que le tocó vivir en la tercera jornada del campeonato en Cajititlán, donde finalizó en el casillero dieciocho, derivado de los problemas que la flecha del carro le ocasionó.
Ya en la quinta parada del certamen, disputada en Puebla, el jalisciense no pudo concluir como habría deseado, siendo Chihuahua donde consiguió de nuevo la décimo sexta casilla, en tanto que en Querétaro, se vio de nuevo obligado a desistir de finalizar, pero no de continuar con ímpetu el resto del circuito.
Fue en Aguascalientes que Max González vio recompensado su esfuerzo con un séptimo lugar, mismo que corroboró en la calificación en la fecha anterior en Guadalajara, donde alcanzó el sexto mejor registro, que a él alienta a incrementar su puntaje de 246 unidades para lo que será la fecha en Puebla.
ARP
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