El próximo dos de noviembre se celebra el Día de Muertos en México, por lo que MILENIO La Afición recuerda a este gran boxeador que puso en alto a La Laguna en muchas ocasiones, desde amateur ganando oro en olimpiadas nacionales, hasta profesional, donde no conoció la derrota.
Javier Alejandro González Barrientos es el nombre del “Rusito”, lagunero que fue una joven promesa del boxeo mexicano y que en realidad pintaba para grandes cosas, según expresaban quienes lo conocían y aquellos que saben de boxeo.
A los siete años de edad empezó a entrenar en la calle, en la esquina de su casa colgaban un costal en un árbol, en la carretera se ponía los guantes con sus vecinos; su abuelo, quien fungió como su padre también, lo llevó por primera vez a un gimnasio de boxeo tras ver sus cualidades, iniciando su corto camino en el establo ‘Mapimí’ Rodríguez de la colonia Jacarandas.
En diciembre del año 2015 incursionó como boxeador profesional, tras haber realizado una exitosa carrera amateur, en la cual tuvo 180 peleas y ganó tres medallas de oro en las olimpiadas nacionales para Coahuila.
Veían un brillante futuro para el lagunero
Javier Alejandro González tenía un futuro brillante por delante, se decía que incluso el promotor y ex profesional, Oscar de la Hoya, ya había puesto la mirada en él, lo quería en sus funciones, pero el cáncer truncó su vida, su carrera y su futuro.
Muy joven, Alejandro perdió la batalla contra esta dura enfermedad; él era poseedor de una pegada envidiable, su récord lo dice, 11 nocauts de 15 peleas ganadas, nunca conoció la derrota en el profesionalismo, se fue invicto.
Fue a finales del mes de junio de 2020, en plena pandemia, cuando se dio a conocer la triste noticia, la muerte de este púgil apenas a los 21 años de edad.
El “Rusito” era un joven rudo, dentro del ring lo era más, fue una gran promesa del pugilismo nacional que se fue dejando atrás una gran tristeza entre sus familiares, amigos y aficionados al boxeo en general.
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