El peleador capitalino Carlos Rivera se percibe diferente aún bajo su propia piel, luego de un año muy extraño en el que sus entrenamientos se tuvieron que adaptar a los lineamientos a los que obligó la crisis sanitaria por coronavirus de cara a su regreso pactado para este 11 de diciembre en Sonora, México.
Sin embargo, el haber cambiado las sesiones en el gimnasio, por trabajo en casa, no le mermaron el impulso para seguir sumando victorias y ahora ve en Carlos Márquez sólo un obstáculo que tiene que ser superado.
“Adaptar mis entrenamientos fue algo complicado, ya que estuve algunos meses sin poder practicar con el equipo, yo entrenaba en casa, me salía a correr y en el jardín hacía sombra y manopleaba, pero en cuanto nos dieron luz verde para ir al gimnasio en grupos pequeños, fui el primero en ir y me mantuve entrenando. Siempre me he considerado mentalmente fuerte, pero siento que en este tiempo fortalecí más mi mentalidad. Yo le vi el lado bueno a esto y todo fue para bien…Me siento bien, contento y muy emocionado porque ya el viernes estaré peleando”, declaró a La Afición el peleador que acaba de firmar con la agencia FRM Mexico, que representa a estrellas internacionales como Jorge Masvidal, Jon Jones, Anthony Pettis o el mexicano Yair Rodríguez.
Del lado contrario del ring, estará el zacatecano Carlos Márquez, quien Rivera reconoce que no será un reto fácil, pero lo toma como una manera de demostrar todo el crecimiento que la situación actual le dejó.
“Sé que es un peleador completo y muy duro, he estado trabajando mi estrategia con el equipo y casi no me gusta hablar sino demostrarlo en la jaula, pero creo que va a ser una gran guerra. Me he enfocado mucho en mi boxeo, striking y lucha, he estado puliendo mucho los puños y es en lo que me he enfocado más durante este campamento, pero sin quitar el dedo del renglón de mi lucha de piso. Esperen un gran espectáculo, cuando subo a la jaula lo hago para disfrutarlo, para crecer como persona y daré una buena pelea para todos”, abundó.
La cartelera de iKon 4 se celebrará en el Hotel Marinaterra del municipio de San Carlos, Sonora, en una velada encabezada por un duelo femenil entre la mexicana Amanda Quesia y Bella Mir, la hija del veterano del MMA, Frank Mir.