La situación economía por la que atraviesa el Real Potosí de la Primera División de Bolivia es lamentable, debido a que sus jugadores no han recibido un pago desde el mes de marzo de este año por lo que decidieron irse a huelga.
De acuerdo con información del el diario El Debate, los futbolistas han tenido que vender sus tachones para poder llevar algo de comer a sus casas.
Tras esta situación los elementos no se han entrenado desde la semana pasado por lo que el estratega Sergio Apaza ha decidido hacer dos practicas al día para que sus futbolistas se encuentren en la mejor forma posible previo al duelo ante el Oriente Petrolero.
Asimismo, el técnico aseguró que más del 50 por ciento de sus jugadores han perdido peso: “Tengo terror de que se acalambren o que se desgarren”.
Pese a las adversidades, el técnico de este club culminó: “Les hago un monumento a los jugadores por lo que están atravesando”.