El mar, su oleaje, sus sonidos y la inmensidad inspiraron a varios artistas del colectivo Squidsoup a crear la instalación WAVE, que se puede visitar de forma gratuita en el centro comercial Antara, en Polanco.
La obra está conformada por 500 esferas suspendidas que, dotadas con luces Led y sonido, forman la escultura de una ola audiovisual.
Sofía Rage, gerente de Marketing Digital SOMA (la empresa que trajo la obra), dijo que después de estar en centro comercial, se mostrará en Plaza Satélite, en el Estado de México, después viajará a Andamar en Veracruz y posteriormente a Antea en Querétaro.
En entrevista con MILENIO, Anthony Rowe, uno de los creadores del concepto, explicó que la propuesta artística inmersiva, curada por Arte Abierto y traída desde Reino Unido, simboliza una ola del mar, algo que se renueva y que trae consigo nuevas cosas al espacio en el que se presenta.
—¿Qué elementos encontraron en el mar para hacer esta instalación artística?
Siempre ha estado maravillado por el mar, ya que cuando era joven navegaba. El mar representa para mí una fuerza tan grande y tan inmensa que es lo que me inspira. Esta instalación es una representación más abstracta con la presencia de los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Y precisamente el agua es una ola que está arriba, baja, vuelve a subir y se rompe.
Con WAVE lo que intentamos es materializar una propuesta digital, buscamos hacerla tangible a través de las esferas, de su luz y de su sonido.
—¿Los colores que adquieren los focos cómo y por qué se eligieron?
Los colores actúan junto con el sonido, cuando se escucha un ruido y se ve la esfera en blanco, representa el mar; pero cuando se va moviendo y se percibe un sonido más intenso, entonces aparecen los tonos rosas; usamos diversas tonalidades para decir que el mar siempre está cambiando.
—No para todos representa lo mismo el mar, cada quien tiene su interpretación ¿cuál es la suya?
Para mí la representación del mar es una de una fuerza increíble que fluye y que se renueva.
Es importante que la gente vea y disfrute la instalación, porque es un espacio de calma y de paz. Aunque se trata de una ola rompiéndose, no es el mar como una amenaza, sino como un espacio tranquilo.
—¿Los sonidos y la música cómo se conjugan?
Yo soy músico por eso pude crear los sonido de la WAVE , tanto con instrumentos como sintetizadores, con lo que pude dotarla de una cierta atmósfera. El sonido es una parte fundamental de la obra porque hay 500 bocinas, todas son sonidos ligeramente diferentes una de la otra, entonces lo que muestra no solo es una ola de luz, sino una ola de sonido, y así es como se vuelve totalmente inmersiva.
—¿En qué lugares ha estado la instalación?
Esta es una de las obras del colectivo Squidsoup, se creó para la Catedral Salisbury, en Reino Unido, ya que el pueblo acababa de pasar por un momento político fuerte y tenía la moral muy baja, así que se hizo esta instalación para contribuir al cambio y a la renovación.
Para mí es muy importante que esté en México y en Antara, por el espacio que tiene, y porque muchas personas la podrán recorrer y se sorprenderán con esta ola gigante que los abrazará.
—¿Cómo fue su experiencia en el mar?
En 1988 yo navegué solo todo el Atlántico, desde Inglaterra hasta Estados Unidos. Fue una experiencia muy intensa que me marcó en gran medida al estar todo ese tiempo a solas con una milla de agua debajo de mí, y el cielo inmenso, a una edad en la que estaba formando su carácter. Por supuesto que esa vivencia está reflejada en WAVE.
Wave es una instalación con acceso gratuito y estará de forma temporal del 22 de julio al 21 de agosto.
*Cada esfera de la ola es una unidad sensorial autónoma con sensores de movimiento y con conectividad inalámbrica.
* Squidsoup, lo integran seis artistas pioneros en el uso de la luz, sonido y tecnología en instalaciones inmersivas, fomentan que las personas vean el mundo desde diferentes perspectivas.
PCL