Cultura

La crítica: Martré

A Safari..., recientemente reeditada, puede considerársele como la primera novela contemporánea de tema homosexual, antes incluso de El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata.

Ya en 1970 el redactor anónimo de la contraportada de Safari en la Zona Rosa, entonces la segunda novela publicada por el hidalguense Gonzalo Martré (1928), identificaba con acierto los universos literarios de éste: erotismo, violencia y protesta social. Temas amparados en la sección urbana de la renovada novela mexicana, que se ubicaban como una novedad, y nunca abandonados en las obras posteriores del autor.

Así planteada, la obra narrativa de Martré es singular desde diferentes ángulos. A Safari..., recientemente reeditada, puede considerársele como la primera novela contemporánea de tema homosexual, antes incluso de El vampiro de la colonia Roma, de Luis Zapata. Años después, publicó Los símbolos transparentes, novela en torno a los acontecimientos del movimiento de 1968, y que también inauguró la saga que hasta la fecha recrea el periodo. Posteriormente, en 1982, dio a conocer Entre tiras, porros y caifanes, que al tiempo que retoma la vieja tradición picaresca de las letras nacionales, incorpora la exhibición crítica de años pretéritos de un régimen siempre corrupto, marchito y deslegitimado. E incluso más: apoyados en el texto de Iván Farías que acompaña la nueva entrega de Safari..., el escritor sería también el precursor de la novela narco mexicana con El cadáver errante (1993). Menester anotar que Los endemoniados, libro de relatos breves, fue el primer libro publicado por Martré en un lejano 1967.

Safari..., novela que, de acuerdo con su autor, "llegó a ser el libro de cabecera de las lesbianas mexicanas", cuenta los días del así llamado bar de la Zona Rosa. Un sitio (muy open, diríamos hoy) donde la clientela se distribuía noche tras noche en tres flancos: el de "los putos", "las manfloras" y "los heteros", y que funcionaba con una contradicción intrínseca, al tiempo que se agotaba a grandes pasos el llamado desarrollo estabilizador y las búsquedas libertarias apenas comenzaban, puesto que durante años funcionó al margen de las buenas conciencias y el autoritarismo estatales. Por el contrario, explica Martré, el secreto de su apertura radicaba en la personalidad de su propietario, el entonces jefe de la Policía Judicial del DF. El Safari, ubicado en Havre y Hamburgo "por más señas", era el "único centro nocturno para homosexuales en esa inmensa ciudad convertida en rancho".

Con algunas modificaciones mínimas a cargo del propio autor (además de textos complementarios de Carlos Gómez Carro, René Avilés Fabila, Víctor del Real, Humberto Musacchio y Farías), Safari... resume las realidades encubiertas de una Ciudad de México que (mucho me temo) no se distingue de la actual. Novela, además, de personajes, sentimientos, aventuras y esperanzas muy bien trazadas, similares a las que incluye Martré en sus otras novelas (y cuentos): un autor que paradójicamente se lee mejor ahora, y espero que más, a diferencia de los tiempos en que publicó por primera vez su casi medio centenar de títulos.

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Mauricio Flores
  • Mauricio Flores
  • [email protected]
  • Periodista, estudió Ciencia Política y Administración Pública en la UNAM
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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