Con el humor y el talento que la llevaron a despuntar a fines de los años 60 en Argentina, la cantante, bailarina, actriz y directora teatral se anuncia “un poco más gastada y más sabia; más vieja y sincera”. Regresa a Ciudad de México después de 15 años.
Se presentará con un tributo a México el 21 de septiembre en el Teatro Galerías de Zapopan, Jalisco, y los días 28 y 29 en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la capital del país.
Lúdica, provocadora y desfachatada, sus espectáculos de canción social hicieron mella en un régimen dictatorial argentino, que hostigaba a los artistas que lo ponían en entredicho. Llegó la persecución y la violencia se manifestó con una bomba cuando Guevara presentaba Las mil y una Nachas. Falleció un técnico del teatro y hubo muchos heridos.
Amenazada de muerte por la organización terrorista Triple A —imagínense, apellidarse Guevara en esos años—, se exilió en 1975, primero en Perú y después en México, donde vivió años muy intensos y formó parte de la rica vida nocturna.
Para CdMx la cantante ha preparado un espectáculo “muy evocativo, de muchas anécdotas, de cosas que prácticamente no compartí con nadie. Cuando uno está en una situación como fue la nuestra, no tienes tiempo más que para sobrevivir. En la guerra no hay tiempo de reflexionar sobre lo que te va pasando. Ahora que han pasado los años, quiero recuperar esa historia y es la que voy compartir”, dice en entrevista.
Si esas cosas no las habló en su momento era porque “la vorágine de la vida era tal que no había tiempo; además hubiera sonado a hacerme la víctima. Ahora el tiempo ha tamizado todas esas experiencias y lo único que queda es agradecimiento y amor”.
Nacha creció en una época en que la canción política era perseguida por las dictaduras, ¿qué la movía? La intérprete responde: “En los años 70 nosotros creíamos que con una canción se podía cambiar el mundo. La realidad me hizo darme cuenta de que eso no es así, pero también me hizo darme cuenta de que si no hubiera canciones, si no hubiera poemas, si no hubiera teatro, películas, pintores, la vida sería insoportable”.
En este sentido, agrega, “los artistas hacemos un trabajo que cada vez es más necesario: crear un poquito de armonía en un mundo que es muy desordenado. Las manifestaciones artísticas son un intento de expresar algo más que las ideas del mercado”.