Desde la época prehispánica el zócalo de San Pedro Cholula se convirtió en uno de los centros comerciales y religiosos de Mesoamericana, no había moneda y el trueque –intercambio de mercancía- era la forma para adquirir mercancías a siglos de distancia la tradición se mantiene cada 8 de septiembre comerciantes de diferentes regiones llenan la plaza principal para abastecerse.
Artículos de cocina, artesanías, cosechas de frutas y verduras, alfarería, artículos de cocina hechos de madera, petate, canastos, chiquihuites e incienso, copal que se utilizan para las primeras ofrendas, textiles, bordados, hierbas de olor, medicinales y para cocina.
Alimentos como cecina de la región de Atlixco, queso de canasta de Cuautla, manzana, peron, durazno, entre otras frutas de las regiones de San Nicolás de los Ranchos, municipios de la zona del volcán Popocatépetl.
Quienes instalan sus puestos ya esperan el intercambio de mercancía por productos de la canasta básica, ropa y otros artículos.
Graciela Herrera subdirectora de turismo explicó que la importancia de esa región en la época prehispánica se debe a que en esa zona se hacia la veneración del dios Chiconahui Quiáhuitl -que con la llegada de los españoles se convirtió en la Virgen de Los Remedios- y en la pirámide de Cholula y a Quetzalcoatl en lo que ahora son los conventos de San Gabriel y la Capilla Real.
Explicó que tanto Chiconahui Quiáhuitl como la Virgen de los Remedios son deidades dedicadas al agua y se hace una celebración el ocho de septiembre porqué en el mundo se celebra la natividad de la virgen María y es el motivo de las celebraciones.
“Vienen para celebrar su cumpleaños por llamarlo así, pero también a darle gracias por lo que durante un año de trabajo les ha dado, por el producto del campo y traen consigo aquellos productos que se cosechan durante el año y que les dan para sustentarse durante el año o para quienes dedican sus manos para elaborar artesanías o utensilios de cocina, suben al santuario, dan gracias, bajan a la plaza a tratar de comercializar su producto en la época no había dinero todo se hacía a través del trueque y esa costumbre se sigue quedando”.
El trueque es sencillos comerciantes se instalan con su mercancía, los marchantes pasan con sus productos seleccionando lo que necesitan cada uno hace una evaluación de los productos y se concreta el trato.
El intercambio comercial es tan grande que en un recorrido se pudo encontrar a comerciantes de pescado y artesanías de Michoacán, de municipios poblanos tan alejados como Zacapoaxtla o Zaragoza.
Después del trueque las familias utilizan los jardines del zócalo de la ciudad para hacer días de campo, después de subir a la pirámide ubicada en la zona declarada como Pueblo Mágico.
REPL