La artesana y diseñadora gráfica Katia González, a petición de una tribu de mujeres dedicadas al porteo y a la crianza respetuosa, tejió un fular y rebozo exclusivo para el desierto de la Comarca Lagunera, inspirado en el porteo y las maternidades de Tribu Noa.
Desde San Cristóbal de las Casas y en entrevista telefónica, refirió, a pesar de que la pandemia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19 ha afectado muchísimo a las empresas autónomas.
La sinergia que realiza su marca, Pok’ok Baby con Tribu Noas ha sido virtuosa pues se generan piezas exclusivas pensando que las mamás norteñas son más altas que las del sur, y las piezas pasarán de generación en generación transmitiendo un mensaje de unión entre madres e hijos.
“Ahorita se está trabajando a puerta cerrada por las medidas sanitarias pero los pedidos que teníamos normalmente como empresa eran a través de cajas de ahorro considerando siempre a las personas en una economía circulares solidarias, y las mamás como están en confinamiento con los hijos, las mamás laguneras se interesaron en este proyecto y con este salimos a flote”.
Se trata de un diseño que se concentró en los colores de la Comarca Lagunera y que en sus actividades presenta la Tribu Noa, bajo la coordinación de Nadja Milena, y donde más de 300 mujeres se reúnen anualmente para presentar distintos proyectos para maternar juntas.
“Ellas promueven que la maternidad no sea solitaria y todo ello como La Laguna, el desierto, las noas hablan de la maternidad misma y yo quise plasmar esos colores en homenaje a los bebés y a sus mamás”.
Katia González dijo que el proyecto arrancó a partir de una plática que sostuvo con Milena en noviembre pasado. Y fue cuando Najda Milena encontró la marca artesanal de González, que se animó a compartir la propuesta a Katia quien no sólo es diseñadora textil sino además ilustradora.
“Igual, soy ilustradora y soy madre y este proyecto nació a partir de noviembre y este contacto nos permitió hacer este proyecto a partir de noviembre, el bocetaje en diciembre y en enero empezamos a ver los puntos finales para que ahorita en mayo se presente la primera prueba textil, que será adquirida por muchas madres a través de la caja del ahorro o de pago de contado”.
González dijo que además los textiles que produce contiene fibras y pigmentos naturales, con hilo orgánico, que trabajan dos familias y una cooperativa que ahora produce a puerta cerrada. Ella tiene 24 años, tiene una bebé de casi dos años de edad y entró a los grupos de porteo y ahora en Chiapas forma parte de un proyecto de porteo tradicional, lo que le abrió su panorámica sobre las prendas que se requieren para poder llevar consigo a los pequeños.
González le ha trabajado a la maestra Milena como ilustradora y ahora a través de esta propuesta. Y aunque no ha visitado aún la región, se nutrió de información a través de fotografías, documentos y referencias que supo aprovechar para realizar el diseño.
“Ya está a la venta, como preventa. Van a poder ver la primera prueba textil en mayo aunque ya se puede ver el producto en la página de Facebook Fulares Kichitos de Nadja Milena y además en la página de Noas se da toda la información”, dijo la diseñadora quien agregó, se les puede solicitar información sobre tallas, porque hay madres que ya no portean pero están interesadas en recibir el fular en forma de huipil.
Este producto tiene distintos precios de acuerdo a la talla, que está prelavada y no encoge, y se pueden disipar algunas otras dudas sobre el proceso de confección y la calidad de los productos que se utilizan para realizar estas armoniosas piezas.
EGO
