La pasión por la ciencia y el prestigio profesional, pero también los valores y la curiosidad de Marie Curie, se exponen hoy en el Panteón de París para descubrir, en el 150 aniversario de su nacimiento, la faceta menos conocida de la doble ganadora de un Premio Nobel.
Y es que Marie Skodowska-Curie fue toda una adelantada a su tiempo: fue la primera mujer en obtener un doctorado en Física en Francia, donde se mudó con 24 años desde Varsovia, ya que la mujer tenía prohibido en la mayor parte de países el acceso a la universidad.
TE RECOMENDAMOS: Diez datos para recordar a María Curie.
En 1903, se convirtió en la primera mujer galardonada con un Nobel al recibir este premio junto a su marido, el físico francés Pierre Curie, por sus investigaciones sobre la radiación. Un reconocimiento que, en 1911, recogió en solitario por sus descubrimientos de dos elementos químicos: el radio y el polonio, llamado así en honor a sus orígenes polacos.
También fue la primera en entrar en el Panteón, el emblemático edificio que honra a las personas más ilustres de Francia, aunque hubo que esperar 61 años después de su muerte.
El legado de Marie Curie, por tanto, no se limita a su pasión y su contribución científica, sino que se extiende a un legado esencial para las mujeres de los últimos 200 años, rompiendo con la idea de una mujer "madre y esposa".
Curie fue también reconocida por sus investigaciones en la lucha contra el cáncer, una misión que inició en 1921 en el Instituto del Radio fundado en 1909, hoy reconvertido en la escuela internacional de investigación Instituto Curie.
FM