En punto de las 10:00 horas, el cielo de Zapopan se llenó de color y movimiento. Con la ceremonia de apertura en la Base Aérea Militar número cinco, arrancó la tercera edición de la Gran Exhibición del Automóvil.
Entre uniformes impecables, aeronaves estacionadas y familias con cámara en mano, el ambiente combinaba disciplina con la pasión civil por los autos clásicos.

"Tenemos como objetivo que la sociedad conviva un poco con el personal militar, que haya un acercamiento social en donde podamos convivir, vean cuáles son las actividades que se desempeñan. Obviamente, que conozcan también la exhibición de autos clásicos. Hay muchos, también la exhibición de autos clásicos. Hay muchos personas que les gusta y traen a sus familias, incluso personal militar que disfruta de estos eventos, y también se exhiben los aeronaves, algunas especialidades, tanto como del ejército como de la fuerza aérea", explicó María Fernández Isaac Herrera, capitana de Fuerza Aérea.
La muestra abrió las puertas de una instalación militar que, durante décadas, fue inaccesible para los ciudadanos. Hoy, en un mismo espacio conviven pilotos, mecánicos, soldado y decenas de clubes automovilísticos que trajeron desde joyas de colección hasta autos modificados para la exhibición.
Entre los pasillos, los más pequeños estaban emocionados al ver de cerca helicópteros y aeronaves como el Cessna 182 Skylane, o el Pilatus PC-7 que forman parte de la Escuela Militar de Aviación.
"A la gente le gusta venir a ver los autos y les llama mucho la atención que sea dentro de la una instalación militar, porque con anterioridad, pues, no se tenía el acceso. Sí. Entonces, el incluirlos dentro de aquí conocen cuáles son las actividades, ven cuáles son nuestras funciones, se combinan dos cosas que unen a la población para convivir", señaló la capitana.
Pero no sólo la Fuerza Aérea participó. El Ejército Mexicano y la Guardia Nacional instalaron módulos donde muestran desde uniformes y equipo táctico, hasta el Plan DN-III, diseñado para auxiliar a la población en caso de desastres.
La teniente de sanidad Casandra García Quiñones, del cuarto Batallón de Ingenieros de Combate, explicó la importancia de ese acercamiento.
"Los visitantes también pueden subir a vehículos militares como Hummer blindados, Sancat y camiones de carga de seis toneladas, en una experiencia que mezcla historia, tecnología y orgullo nacional", dijo.
El evento estuvo abierto hasta las dos de la tarde, con entrada libre.
"Nos encanta tenerlos aquí, que convivan y pregunten. Para nosotros es un orgullo servir a México siempre", finalizó.
Entre motores cromados, aviones en exhibición y uniformes verde olivo, la Base Aérea Militar número cinco abrió sus puertas para recordarle a la población que la disciplina también puede compartirse en familia.
MC