Los hombres no soportan que las mujeres tengan mejores ideas que ellos y eso ocurre en todos los países del mundo porque para ellos el que una persona del sexo femenino tenga un mejor puesto es mal visto por el sexo masculino y eso complica un poco más las condiciones de desarrollo para ellas, así lo considera Katja Dittmar, directora general de Kromberg and Schubert.
¿Cuáles son las dificultades a las que se ha enfrentado por ser mujer?
Al ser mujer en Alemania, ya llegas (a México) un poco más lejos como mujer, entonces ya no es una discusión sobre si los niños necesitan una buena educación, que van a la universidad, a trabajar, pero en el trabajo también te das cuenta que hay un techo de cristal, que no te deja avanzar más y muchas veces es muy sutil.
Lo que te pasa como mujer es que están en una junta, eres la única mujer y una mujer hace una propuesta y los hombres lo ven como ‘Ashh’, 10 minutos después un hombre repite exactamente lo mismo y dicen ‘sí wow’, qué buena propuesta; o una mujer exige algo o reclama y es una histérica y cuando un hombre exige algo dicen: no es fuerte, es buen hombre y en Alemania también tenemos un gap considerable entre los salarios de hombres y mujeres en la misma posición.
Cuando yo llegué a México para mí la situación era por un lado fácil porque yo llegué como directora de una planta y yo era extranjera, entonces yo no encajo en ningún esquema en la planta, yo era la persona con la posición más alta. Entonces en ese momento la posición casi elimina el tema del género porque tú eres la máxima autoridad de la planta y eso me ayudó muchísimo y también afuera de la planta los hombres no saben qué hacer conmigo, una mujer extranjera, alta, alemana y como directora y eso me ayudó muchísimo, pero lo que yo vi también mucho en la planta toda esa discriminación o la diferencia entre el trato entre hombres y mujeres.
Muchísimas de las trabajadoras nos renuncian porque se casan y el esposo no la deja trabajar, muchas veces no les permiten venir por el finiquito.
¿Cree que siga existiendo machismo?
Sí, existe, creo que el machismo todavía es más fuerte en los ranchos, en los pueblos porque ahí es la mujer que se queda en casa, que tiene hijos, que no tiene sus propios ingresos, que depende del esposo, el esposo de vez en cuando tiene dos familias, tres familias y ella lo tiene que aceptar.
¿Qué opina de los casos de feminicidio que se han registrado en México, por qué cree que ocurran este tipo de situaciones?
Yo creo que ocurre porque los hombres tienen miedo de perder su posición, se dan cuenta que las mujeres también pueden existir sin ellos que ya las mujeres están empezando a darse cuenta de que no necesitan un esposo, que ellas también pueden ganarse la vida y que son competencia para los hombres y eso les da miedo a los hombres y esa es su manera de reaccionar. Para tratar de oprimir otra vez a las mujeres, que no sobresalgan, que no exijan sus derechos. Que no tengan ganas de independizarse.
¿Apoya el paro que quieren realizar las mujeres el próximo 9 de marzo?
Sí, me encanta la idea y espero que muchas mujeres se sumen y que se queden en casa.
Creo que los hombres tienen que aprender de golpes de que si no pueden seguir que las mujeres también tenemos los mismos derechos y tenemos que tener las mismas posibilidades.
¿Qué cree que haga falta en México para que no haya la discriminación de que el hombre es más que la mujer?
Es la educación y también creo que sin leyes no va a funcionar. Necesitamos una ley y ya son mucho más avanzadas, pero ahora tenemos una ley para asegurar la igualdad entonces sí México va a necesitar una ley y va a doler a muchos hombres, no van a entender porque, pero de otra manera no se va a lograr.
¿Qué recomendación haría a las mujeres que piensan que no pueden sobresalir?
Pueden ellas tienen que hacerlo y no hacerle caso a lo que le dicen sus novios, sus hermanos, su papá, el abuelo.
No se han dado cuenta de que ya hay la posibilidad de tener otra vida, de ser abiertos, de ver otros ejemplos.
