Ramiro Tamez se para en un pequeño cuarto frente a un grupo de jóvenes y les habla sobre sus métodos y secretos para hacer animación; ellos, escuchan atentos los consejos de alguien que saben, se ha ganado la confianza del mismísimo Guillermo del Toro para ser becado y estudiar una maestría en la mejor escuela de animación del mundo: Gobelins.
Todos lo conocen como Ram. Es originario de Monterrey, al igual que Gabriela Camarillo, mientras que Christian Arredondo es de Guanajuato. Ellos son los tres ganadores de la beca Animexico que les permitirá estudiar una maestría en París durante dos años, de donde presumiblemente, saldrán habiendo creado un cortometraje animado.
Si bien el taller de Ram sobre animación digital en 2D, impartido en el establecimiento Coworking Monterrey, en el centro de la ciudad, es una forma de llevar un dinero para poder costear la estancia de su esposa, que obviamente no está incluida en la beca, es más una búsqueda por despertar el movimiento de animación en la ciudad.
Para él, es extraño que dos de los tres ganadores de la beca sean originarios de Monterrey, cuando en la ciudad no existe una gran escena en el mundo de la animación.
“Se me ocurrió que en los meses que tengo libre antes de partir, hacer un cursito... chance y con esto los asistentes se proponen a aplicar a la beca el otro año”, explica.
Ram es a primera instancia, una persona humilde, pero se nota que sabe de lo que habla. Le explica a los talleristas algunos tips que facilitarán sus vidas, unos que él tuvo que entender con el ensayo y error, la observación y por su puesto el estudio, aunque autodidacta.
Cuenta que estudió Diseño Gráfico por un corto periodo de tiempo para luego comenzar a trabajar en imprentas
“Sentí que no era para mí”, dice Ram, pero aclara que la escuela es un gran impulso y que cree firmemente que si se hubiera inclinado por la animación desde el comienzo de su interés por el dibujo, tal vez ya habría avanzado más.
Sin embargo, al ser la animación un tema incipiente en México, Ram aconseja asegurarse que la información, la fuente y los maestros a los que se acudan, sean de calidad.
“Lamentablemente en un tema tan subjetivo o tan poco explorado en México como es la animación, es difícil encontrar buenas escuelas”, pero aclara: si lo quieres, lo puedes hacer.
Para ejemplificar uno de sus secretos en la animación, Ram pone un ejercicio a los talleristas que consiste en hacer rebotar una “pelotita” en un programa de animación. Los jóvenes ríen, de lo que debe ser un ejercicio trillado para los que inician en estudios de animación.
Tras una serie de comandos, clics, trazos y demás tecnicismos propios de su mundo, Ram logra hacer una pequeña animación donde, efectivamente, una pelota rebota incesantemente, algo que logra con una facilidad impresionante. Esa habilidad, le ha valido a Ram trabajar para productoras como Mighty Animation, Ánima y Demente, además de hacer colaboraciones con Nickelodeon y Cartoon Network.
La forma en que da el taller y cómo habla en entrevista sobre la animación, denota la pasión que tiene Ram por lo que hace.
Asegura que su objetivo más importante a corto plazo, tiene que ver con quien le dio la beca.
“Quiero hacer que tanto Guillermo del Toro como las personas involucradas en este esfuerzo, se sientan orgullosos de haberlo hecho, esa es una de las cosas que más me importa”, explica.
Para él, esta es la oportunidad para destacar y que los apoyos de este tipo se multipliquen, pues hay mucha gente interesada en la animación.
Su objetivo personal, a larga plazo, es convertirse en un Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Iñárritu, pero de la animación.
“Me gusta mucho el live action, pero yo tengo un profundo amor por el dibujo y la animación”, explica.
Sobre la polémica del apoyo pedido por otro de los becados para costear el viaje a París, Ram tiene claro algo: no es malo pedir un apoyo, y menos cuando se destaca en un área tan poco común. Guillermo del Toro apoya esta idea.
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