Ciudadanos, activistas y ejidatarios alzaron la voz para exigir protección total a las áreas naturales y respeto a los terrenos privados en la megamarcha realizada ayer en La Huasteca.
Más de mil personas -cifra proporcionada por Protección Civil y Grupo Jaguares- acudieron a manifestarse en el área verde enclavada en Santa Catarina.
Desde las 10:00 empezaron a concentrarse tanto pobladores como ciudadanos, los cuales poco después de las 11:00 caminaron más de un kilometro y medio hasta llegar al área llamada Vía Ferrata, debajo de la Casa del Doctor Aguirre Pequeño.
En un principio, aunque se toparon para iniciar con la marcha, ejidatarios y activistas se mantuvieron tranquilos; sin embargo, propietarios al ver a Fernando Elizondo, presidente del Patronato del Parque Nacional Cumbres, aprovecharon para pedirle no hacer caso al llamado que han realizado colectivos para clausurar y privatizar La Huasteca.
Posteriormente, al concentrarse más gente, el ciudadano Jesús Salvador Esparza Hernández, quien por más de 65 años se ha dedicado a la defensa de La Huasteca, se dijo enojado porque los ejidatarios han eliminado en gran parte la imagen original del lugar.
Ante este llamado, los asistentes comenzaron a caminar, uniéndose deportistas, familias enteras, políticos, diputados locales, diputados federales y senadores pertenecientes a Movimiento Ciudadano, Morena y Partido Verde Ecologista de México, destacando la ausencia del PRI.
Al llegar al punto acordado, los activistas explicaron que el motivo de su marcha era el evidenciar la crisis ambiental por la que pasa Nuevo León, espacio en donde además denunciaron que gracias a la escasa vigilancia de las áreas protegidas, la negligencia entre dependencias y la nula voluntad política, La Huasteca está siendo destruida ante la vista de todos.
“Tenemos un problema de falta de acción de autoridad, no se está cumpliendo con la protección adecuada, no está sucediendo, nosotros como organización civil (estamos aquí) para hacer un llamado a la autoridad para que apliquen la ley y sean responsables”, señaló Cosijopi Montero, líder de Reforestación Extrema.
Discusiones suben de tono
Pese al llamado a mantener la calma, hubo desencuentros, pues un grupo de ejidatarios, encabezados por Ana Reyes y Alan García, exigió ser escuchado, acto que fue negado por integrantes de Reforestación Extrema, quienes cortaron la comunicación y su líder se retiro del lugar.
“Quieren privatizar La Huasteca. ¿Están de acuerdo de que se nos cobre por estar aquí? Este patronato quiere quitarnos nuestros derechos, ellos quieren enriquecerse y dañando más La Huasteca”, externaron los opositores al movimiento ambiental.
Ana Reyes, quien se identificó como ejidataria, precisó que tuvieron que salir a las calles para alzar la voz y evitar que los activistas busquen lucrar con una parte muy esencial del patrimonio natural de La Huasteca.
“Pedimos ser escuchados los que vivimos aquí adentro, los que llevamos años aquí, no estamos en contra de que protejan La Huasteca, a la mejor se confunde un poco, lo que queremos es que nos tomen en cuenta”, señaló la afectada.
En ese sentido, refirió es importante que todas las autoridades involucradas también tomen en cuentan la voz de quienes viven todos los días en este sector y denunció que la protección de este recinto se debe a otros intereses muy distintos a preservar el medio ambiente.
“Tenemos fe (en) que las autoridades nos van a escuchar y que verdaderamente sea su interés el cuidar La Huasteca, tal y como lo hemos hecho nosotros por mucho tiempo, porque si La Huasteca está verde, es por nosotros”, mencionó.
Aunado a esto, la diputada independiente, Claudia Tapia Castelo, intervino al ver que la discusión comenzaba a subir de tono y así conocer la opinión de los ejidatarios, a quienes consideró como parte esencial de una solución.
A pesar de que cada manifestante contaba un punto de vista, cada uno de los presentes estuvo de acuerdo en plantear un convenio de coordinación en el que se enuncien las acciones que corresponden a cada orden de gobierno para proteger el espacio.
Aunque estaban convocados para formar una señal de auxilio (SOS), los manifestantes únicamente llegaron al punto, se tomaron una foto y muchos se retiraron, por lo cual únicamente se logró sacar la letra O; dicha situación fue aprovechada por los ejidatarios montados en caballo, quienes dieron una demostración de baile ecuestre y otros manifestantes hicieron un oración a la Madre Naturaleza.
Después de tres horas de movilizaciones, los manifestantes se retiraron del lugar.