Una maestra de secundaria denunció que por una deuda con un prestamista, la Secretaría de Educación le rebaja casi la totalidad de su sueldo, luego de que un juez diera la orden por un supuesto incumplimiento de pensión alimenticia.
Emma Olimpia González Herrera admitió que contrajo una deuda por 74 mil pesos con el prestamista Juan Manuel Garza Treviño, quien contendió en forma independiente por la alcaldía de Cadereyta.
González Herrera relató que el prestamista, con argucias legales, logró que un juez ordenara a la Secretaría de Educación rebajarle casi todo su sueldo, al inventar el quejoso un incumplimiento en pensión alimenticia.
A la maestra le llegan 55 pesos por quincena de su sueldo, pues el resto va a la cuenta de Garza Treviño, quien antes había tratado de que procediera un embargo de su casa, en la colonia Constituyentes de Querétaro, en San Nicolás.
La catedrática expresó que ha dado diferentes cantidad al prestamista, con lo cual ya se habría pagado el monto, pero éste le cobró intereses que superaban los 200 mil pesos, y ahora la deuda, supuestamente es de alrededor de 400 mil pesos.
González Herrera reveló que les fue concedida una suspensión de amparo contra la decisión del juez noveno de Monterrey, César Augusto Díaz González, para que la Secretaría de Educación del Estado deje de descontarle su sueldo.
Esto, al demostrar que es falso el argumento de falta de pensión alimenticia. Y aunque durante tres meses se detuvo la deducción, otra vez volvió.
“Es un robo, sé que hay más casos en Cadereyta con esta persona, que ya es famosa y todos lo conocen por usura, pero ya fuimos a la Secretaría de Educación y reconocen que están mal, que no pueden descontar eso de un préstamo personal, que iban a detener los cheques”, manifestó la profesora.
“Secretaría admite la falla”
Don José, esposo de la profesora, indicó que el prestamista Juan Manuel Garza Treviño fue maestro federal y posiblemente esté coludido con jueces.
“Yo ya hablé con la gente de Jurídico de la Secretaría de Educación y reconocen que están mal descontando como pensión alimenticia un monto que no corresponde a ese apartado al sueldo de mi esposa, que le dejan 55 pesos, y favorecer a esta persona, ¡mira!”.