Tras la contingencia por el Covid-19 en Nuevo León, decenas de oficios y empresas se han visto mermadas, pero otras no se detienen.
Médicos, policías y medios de comunicación no frenan su labor, pero no son los únicos. También -aquellos hombres que recogen la basura y que no sólo están expuestos al coronavirus, sino a muchos más riesgos sanitarios.
Leopoldo labora como recoletor de basura en Guadalupe y lejos de reducir su labor, ésta se ha intensificado. A mayor tiempo en su hogar, las personas generan más basura.
En una jornada normal el camión se llena dos veces en un turno, que es de ocho horas, pero desde la contingencia, el camión se llena de tres a cuatro veces por turno. Poco menos del doble.
Desde hace años Miguel Ángel trabaja recolectando basura para llevar el sustento a casa, en donde tres pequeños lo aguardan. Por ello, sin importar riesgos sanitarios, previos o durante la contingencia, desempeña su labor sin titubear.
Pero trabajar entre basura no significa que no tomen medidas preventivas. A cada ciertos metros se lavan las manos con jabón, y continúan su jornada. Mientras algunos permanecen en sus hogares hasta que el coronavirus desaparezca, otros afrontan ese y muchos más virus. Todo para llevar el pan a la mesa.