Debido a las emanaciones de gases contaminantes tras al incendio en la planta de transferencia de residuos sólidos en Mineral de la Reforma, los habitantes de diferentes colonias y fraccionamientos aledaños a este sitio del relleno sanitario se han visto afectados, no sólo por la gran columna de humo que ha persistido desde el sábado pasado, sino en diversas actividades que ya no se pueden realizar al aire libre.
Esto, no únicamente por los riesgos sanitarios que provoca el humo de este incendio, sino por el intenso olor y las molestias en los ojos, nariz y garganta que provoca el fétido aroma que recorre colonias como la Providencia, Pachuquilla y los diversos fraccionamientos que se encuentran alrededor de la cabecera municipal de Mineral de la Reforma.
“Uno de los productos que más vendí el fin de semana fue leche, muchas personas venían comprar leche debido a que ya tenían sensaciones de malestar y buscaban provocarse el vómito para así evitar el malestar que causa el efecto de este aroma y de este humo; además, hoy en la mañana se veía como neblina pero con un olor nauseabundo, no hay otra forma de describirlo”, comentó la dueña de una tienda en Pachuquilla.
En tanto, las calles permanecen vacías a pesar de un día de asueto para los niños, situación que no sólo se presenta en la cabecera municipal, la colonia La Providencia muestra un panorama similar, los negocios permanecen con las puertas cerradas esperando que los aromas fétidos de la basura quemada permanezcan fuera de sus establecimientos, sobre todo cuando se trata de una cocina económica o un negocio donde se venden alimentos, ya sean crudos o preparados.
“En la mañana normalmente es cuando más se vende, ya sea que los niños vayan o no a la escuela, pero la verdad con este olor muchos no quieren venir a comprar comida; el olor de la comida no le gana a la peste que tenemos afuera, eso no ayuda al negocio”, afirmó el dueño de una cocina económica.
Los habitantes de estas zonas, que a ciertas horas parecen desiertas, comienzan a salir poco a poco conforme la tarde va llegando, conforme el reloj avanza y pasa el mediodía el viento de la zona metropolitana de Pachuca comienza a abatir el aroma y la neblina de la basura, lo cual permite que la vida siga igual, o al menos eso parece; sin embargo, existen personas que prefieren mantener las previsiones ante esta contingencia ambiental, motivo por el cual salen de sus hogares usando cubre bocas, sin importar que vayan en auto o a pie.
En la avenida principal, son pocos los que usan el cubreboca; no obstante, no falta el que prefiere no arriesgar, como el caso de dos jóvenes que a pesar de ir en su auto llevan sus cubrebocas para evitar alguna infección o las molestias que se tienen por respirar este aire contaminado.
“Es mejor no arriesgarse, además así como que huele un poco menos ese aroma feo, la basura quemada nunca huele bien, quien sabe que andarán quemando allá que huele tan feo, pero lo bueno es que tenemos estos cubrebocas, que a lo mejor ni ayudan pero al menos uno ya se siente un poco más seguro”, comentó una mujer que caminaba por la calle.