Dar a los enfermos graves por la pandemia de covid-19 el derecho a despedirse de sus seres queridos, piden legisladores tamaulipecos a instituciones como IMSS, Issste, Secretaría de Salud, Sedena y Marina.
Demandan se implemente un protocolo a través de dispositivos electrónicos como tabletas o teléfonos inteligentes, con el fin de mantener la comunicación entre el paciente y sus familiares y, en los casos donde exista alto riesgo de fallecimiento, otorgar a ambas partes la posibilidad de decirse adiós.
Señalan que la tecnología es también una herramienta para mantener al mundo humanizado y quienes se encuentran en los centros hospitalarios, principalmente en etapa terminal, tienen el derecho a mantener una vida digna, y, en su caso, una muerte digna, hacer contacto virtual con sus seres queridos y ejercer su derecho de decir adiós, haciendo el proceso un poco menos difícil y doloroso.

Para tal efecto, el senador Américo Villarreal Anaya y la diputada federal Olga Sosa Ruiz, empujan ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una proposición con punto de acuerdo en ese sentido, misma que fue enviada a la Segunda Comisión para su análisis y posterior dictamen.
En su exposición de motivos, se lee que en abril de 2020 fue presentada la estrategia de salud mental enfocada a proteger a la población en general, personas con infección del virus, familiares, cuidadores de estos pacientes, todo el personal de salud y primeros respondientes.
“Ante esta compleja situación que pone en riesgo la salud mental y que ha ocasionado un distanciamiento entre las personas hospitalizadas contagiadas por la enfermedad covid-19 y sus familias, y ante la posibilidad de que puedan llegar a presentarse complicaciones que deriven en su fallecimiento, situación real y actual a la que nos enfrentamos en México, se busca complementar las acciones de salud mental ya elaboradas por el gobierno federal”.
En ese contexto, plantearon ante la Comisión Permanente dotar de estas herramientas a pacientes y familiares, y otorgarles la posibilidad de despedirse en aquellos casos donde ya no se pueda hacer nada, propuesta que está en análisis en la Segunda Comisión.