El fracaso representa en muchas ocasiones una oportunidad de crecimiento, sin embargo, muchas personas llegan a generar temor al resultado negativo por distintas cuestiones, lo cual impide ver aquello que se tiene que mejorar para que, en próximas ocasiones, se convierta en éxito. Es por ello que desde pequeños se debe cambiar la perspectiva de la derrota como un medio de desarrollo personal.
En el portal de la asociación Child Mind Institute, la cual se encarga de ayudar a familias con niños con problemas de aprendizaje y de salud mental, señala que cuando los menores no son capaces de sobrellevar la derrota suelen ser más propensos a sufrir ansiedad, conduciendo a una crisis de esta índole, sea en el grado académico en el que esté y es posible que no quieran intentar algo nuevo.
Es por ello que ven importante que se aprenda a perder, pues de esa manera conocen lo que es la perseverancia y la resiliencia, por lo que se recomienda lo siguiente para impulsar esa enseñanza:
Empatiza con el niño
El ignorar el sentimiento de frustración de los infantes no es lo mejor, pues se puede sentir invalidado. Es importante que en el lenguaje se haga saber que padres y/o tutores pueden comprender lo que siente el pequeño.
Enseña con el ejemplo
Para que los menores puedan entender que el fracaso es parte de la vida, es posible darles a conocer aspectos de la vida en los que uno mismo ha pasado por la derrota. Así los menores pueden comprender que no todo irá de la manera que se planea, pero no por eso se deja de intentar.
¿Qué se aprende de esto?
El perder es parte de la vida, pero de esas experiencias es de donde más se comprende el camino que lleva al éxito, por eso es importante preguntarle a los menores sobre lo que pueden rescatar del fracaso, para que lo comprendido lo puedan usar para encontrar el resultado ideal. De esa manera, el niño genera habilidades para resolver problemas.
Te recomendamos:
Deja que fracase
Para los padres o personas a cargo de infantes, este punto puede ser muy difícil, pues el ver la desilusión, frustración y tristeza de un pequeño no es agradable. Sin embargo, solo de esa manera es que podrán aprender a manejar la derrota y a desarrollar su resolución de conflictos, cosa que los ayudarán a generar confianza en sí mismos y resiliencia.
