Que levante la mano la mamá que no se ha enfrentado a más de un
berrinchepor parte de sus hijos durante la niñez, ya sea por algún capricho o enojo. Los pequeños utilizan estas crisis emocionales para comunicar algo que todavía no saben poner en palabras, o porque quieren imponer su voluntad.
Estas expresiones, si no se controlan y limitan, pueden ser dañinas para su inteligencia emocional y afectar la tranquilidad de los padres, quienes al no saber de qué manera reaccionar, llegan a cometer acciones que son perjudiciales para el autoestima de los niños.
Por esta razón, la licenciada en pedagogía por la UNAM, Nubia Alpízar explica que la resiliencia puede ser usada como una estrategia para trabajar los berrinches en los niños. De acuerdo con la especialista, “la resiliencia es la capacidad que desarrolla una persona para superar las adversidades y es una estrategia que puede ser empleada en los niños”, para que superen la frustración y las crisis emocionales que se presentan durante la niñez. “Se puede decir que un niño que aprende ciertas conductas de autorregulación va a tener la capacidad de afrontar la tolerancia a la frustración, ya que debe entender que nada va a suceder si en algunas ocasiones no obtiene lo que desea”, dice la experta.
1-Fomenta la inteligencia emocional. Para aplicar la resiliencia en el manejo de los berrinches, los padres deben establecer límites claros, deben ser una guía y enseñar a sus hijos que no siempre van a obtener lo que quieren y explicar, de manera sencilla, las razones por las que sus deseos no fueron concretados, dice Alpízar.
“Después de que el niño terminó de hacer un berrinche, es importante que la mamá explique por qué lo que acaba de hacer no es correcto, así como plantearle las consecuencias que su acción podría tener. Es importante que el niño se dé cuenta que tiene el apoyo de su madre en cualquier situación; de esta manera irá generando esa resiliencia”, dice Alpízar.
2-Reacciona. Según la pedagoga Alpízar, estas crisis emocionales son, hasta cierta edad, normales en los niños, por lo que los papás deben estar preparados para este tipo de situaciones y tratar de afrontarlas con la mayor serenidad posible. La experta recomienda lo siguiente:
•No a la agresión física: Evita castigarlos con un golpe, ya que de esa manera estamos enseñando que la agresión se combate de igual manera. La experta asegura que lo mejor es dejar que el niño haga el berrinche y cuando termine explicarle por qué estuvo mal lo que hizo y no ceder ante ninguna situación a los deseos del pequeño. Además señala que si el episodio dura demasiado tiempo, lo ideal es abrazarlo, ya que posiblemente entró en una crisis donde no pudo controlar sus emociones y la serenidad de la mamá ayudará a calmarlo.
•Trabaja en su autoestima y no lo humilles frente a la gente: Si te encuentras en un lugar público y tu hijo comienza a hacer un berrinche, lo ideal es olvidarte de lo que dirán las demás personas y trabajar en tu tolerancia. Lleva a tu pequeño a un espacio privado y repréndelo ahí. Hacerlo en público y decirle frases como “que feo niño” o “mira como todos te están viendo”, atenta contra su autoestima.
•Se paciente: A veces olvidamos que nuestros hijos aún no saben manejar bien sus emociones. Debemos trabajar en nuestra tolerancia y transmitirles tranquilidad.
•Establece acuerdos y anticípate: Las mamás saben ante qué tipo de situaciones es más probable que sus hijos se estresen y hagan una rabieta, por lo que la experta recomienda establecer acuerdos. Por ejemplo, si sabes que cada vez que van al supermercado tu hijo quiere que le compres algo, si no tiene un arrebato, lo ideal es que hables antes con él para explicarle que no le vas a comprar nada, y que si hace una rabieta habrá una consecuencia.
3-Evita la crisis
Nubia Alpízar explica que es complicado evitar los berrinches, pero que los padres deben enfocarse en estas dos cualidades:
•Tolerancia a la frustración: La mejor estrategia para que los niños sepan manejar la desilusión es frustrándolos, ya que de esta manera aprenden a que no siempre se gana y que deben aceptar la derrota. Por ejemplo, si está jugando con niños mayores, lo ideal es no dejarlo ganar solo porque es más pequeño, deja que se desarrolle y explote sus capacidades. Si aún así pierde, esto le enseñará que aunque no siempre gane, tampoco pasa nada.
•Trabaja en su serenidad: La experta recomienda inscribir a los pequeños a clases de musicoterapia, artes plásticas, yoga o natación, las cuales son ideales para transmitir este sentimiento. Por último recomienda que si a pesar de estos consejos, los niños mayores de cuatro años siguen haciendo berrinches, trabajes este problema con un especialista, para ayudarlos a controlar sus emociones.