Hoy es Nochebuena y se come enserio, por eso, en los hogares regiomontanos, los tamales no pueden faltar.
Muchas familias optan por lo tradicional y en lugar de comprarlos buscan la masa de nixtamal para prepararlos en casa.
Pero hay de molinos a molinos y para muestra, el de la colonia San Jorge, en Monterrey, que tiene cien años dando servicio a las familias.
Doña María Isabel continúa el negocio familiar, el cual ha pasado por al menos tres generaciones.
Desde las 3:00 de la mañana, decenas de vecinos hicieron fila para comprar la masa, ya sea la señora, el señor, el hijo y hasta el nieto, con la intención de preparar unos ricos y deliciosos tamales, de pollo, carne y frijolitos.
Los negocios como el de la señora María esperan que durante la jornada tengan buena respuesta de las familias, ante las afectaciones económicas generadas por la pandemia.