Danna Rodríguez, una estudiante de gastronomía en la Universidad Regiomontana de Monterrey tenía un tiempo estimado de entre 40 minutos y una hora para llegar de su casa en Apodaca al centro de estudios ubicado en Monterrey, sin embargo, y debido al cierre de operaciones de la Línea 2 del Metro su tiempo paso a ser de casi dos horas de traslado.
La alumna narró para Milenio el 'calvario' que se ha vuelto llegar a sus clases,debido a que antes tomaba dos medios de transporte para llegar a la escuela,uno de ellos el Metro de la Línea 2.
La joven comentó que ahora tiene que tomar en Apodaca el camión de la ruta 213, posteriormente bajar en la estación General Anaya para abordar el camión Nuevo León, el cual suple al Metro desde el pasado mes de diciembre debido a las reparaciones en seis estaciones de la Línea 2, y finalmente terminar su trayecto reincorporándose al Metro en la estación Cuauhtémoc.
Todo este trayecto le provoca estrés cada vez que va a la escuela, pues al ser un transporte carretero no sabe si llegará a tiempo a sus clases y si los maestros le permitirán la entrada.
De Cadereyta a Monterrey... un madrugar diario
Otro caso es el de Gael Flores, quien viene de Cadereyta a estudiar a la U-ERRE y tiene que madrugar para poder llegar a sus clases.
Aunque Flores señaló que hay algunos maestros que son conscientes y justifican que lleguen tarde a clase, el problema es perder la primera parte de la clase en donde se dan las instrucciones para elaborar los alimentos.
Ambos estudiantes hicieron un llamado al gobierno estatal a que ya cumpla y aumente el número de camiones.
ngl