Tres temas recorren el texto de Fanon. Al menos tres que rescatábamos hace treinta años y que esta lectura memoriosa redescubre. Tres futuros del pasado (que se articulan en una única promesa mesiánica) que orientaban la acción de grandes grupos políticos hace años y que hoy se han perdido para siempre: la liberación del Tercer Mundo, la constitución de una voluntad colectiva nacional y popular (el principio de lo nacional-popular) y, sobre todo, la generación, a través de la violencia organizada, del hombre (y la mujer) nuevos. Estos tres motivos se entrelazan y despliegan en un lenguaje cuyo registro heroico y sobre todo confiado, hoy resulta extraño y ajeno a quienes, en algún momento, atravesamos esa etapa de la Bildung hegeliana que se llamó desencanto y esa experiencia política que sólo puede llamarse derrota.
JOS