Los incrementos en los valores catastrales que aplicará a partir del 1 de enero de 2022 la gran mayoría de los municipios de Nuevo León, si bien son justificados por la gran necesidad que tienen éstos en hacerse de recursos, será un duro golpe a los bolsillos de la ciudadanía.
Especialistas en el tema proponen establecer mecanismos de vigilancia que permitan asegurar el destino de dichos recursos hacia el mejoramiento de servicios básicos.
Ricardo Cantú, valuador de bienes raíces, planteó que los valores catastrales sean los más reales posibles, y se elabore una tabla donde se evalúe 10 o 15 características de los servicios públicos, a su vez sugirió crear un comité representado por la sociedad civil que esté revisando dicho comportamiento.
“La colonia o zona que tenga todo en regla se le aplica la máxima tasa de valor catastral y aquella que tenga baches o sin alumbrado público se le implementaría la mínima tasa de valor catastral y así sucesivamente, eso sería lo ideal”.
Carlos González Barragán, experto en finanzas públicas, opinó que es necesario garantizar que ese dinero irá realmente para mejorar servicios.
Anotó que la revisión en los valores catastrales se debe realizar no solo hacia el alza, sino hacia abajo, esto último no sucede.
Jorge Ibarra, profesor de economía de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, expuso que la situación del predial en México “es penosa”, porque es uno de los países con recaudación que no llega ni a medio punto porcentual del Producto Interno Bruto.
