La fracción de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados instó a los titulares de las secretarías de Comunicaciones y de Medio Ambiente, así como a los gobernadores de los estados y al jefe de gobierno del Distrito Federal, a intensificar el acopio de televisores no reutilizables tras el apagón analógico.
Según el coordinador de la bancada neoaliancista Alfredo Valles, el universo de televisores analógicos por desechar rondaría los 40 millones de aparatos tan solo en los hogares mexicanos.
Subrayó que la estrategia de acopio ha resultado hasta el momento limitada e incluso ineficaz, al concentrar hasta el pasado 17 de diciembre tan solo 5 mil televisores analógicos, cuando la entrega de 10 millones de pantallas digitales por parte de la Secretaría de Desarrollo Social está ya en la última fase.
Valles sostuvo que los 557 centros de acopio instalados en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sonora y Tlaxcala "son insuficientes para atender una situación que impacta no solo a esos trece estados, sino a todo el país".
Indicó que los aparatos, al ser abandonados, se convierten en fuente de derrames de desechos tóxicos, contaminando el suelo y emitiendo a la atmósfera de gases contaminantes.
Adicionalmente, los componentes de plástico, vidrio, cubierta de cables, entre otros, se depositan en el ambiente o en los sitios de residuos urbanos, lo cual incrementa el impacto ambiental.
Por ello, insistió, "es urgente asegurar el manejo y destino final ambientalmente correctos de los televisores analógicos desechados mediante estrategias y acciones para que, en coordinación con las entidades federativas, los municipios, así como con el gobierno del Distrito Federal y sus demarcaciones territoriales, se incentive y apoye a la población en la entrega de sus televisores analógicos".
El legislador señaló que para el grupo parlamentario de Nueva Alianza resulta imperativo proteger la salud de los mexicanos y el medio ambiente ante los impactos negativos por el manejo y destino final inadecuado de los televisores analógicos desechados.