Ciudad de México /
Desde hace más de una década, la violencia para los niños y niñas es real, está en sus casas, en la calle: los niños juegan a ser secuestradores y narcos, incluso algunos casos “aislados” que han tenido consecuencias fatales. Muchos son los que se implican con violencia y con armas para hacerse un lugar en una sociedad que los ignora. Otros los que día a día conviven con el narco. La diferencia de esos otros jóvenes con el de Monterrey es que no se le puede justificar con los argumentos obvios y gastados sobre la pobreza, el entorno violento, la ausencia de familia y eso es lo que nos horroriza, todos podemos ser víctimas.
JOS