Computadoras que harán tareas contables y administrativas, automóviles que no requieren un conductor humano, ingeniería genética, supermercados sin cajas ni cajeros. Una tras otra, las noticias de nuevas tecnologías disruptivas abarcan encabezados y nos recuerdan que ese futuro de ciencia ficción que parecía distante nos alcanza a una velocidad que no esperábamos. Ésta es una nueva revolución industrial que se mueve a velocidades no vistas en las anteriores, con nuevos cambios surgiendo casi a diario que aceleran aún más el proceso. Se espera que el mayor impacto de sus principales catalizadores a escala global ocurra durante los próximos cinco años, resaltando la urgencia de adaptarse y responder a estos cambios.
JOS