Ciudad de México /
Los vecinos que desde azoteas y balcones miraban el curso de las operaciones quedarían atrapados durante 10 días dentro del perímetro rebelde. Iban a vivir y morir bajo la metralla a partir de esa tarde, cuando Díaz y Mondragón tomaran la Ciudadela, y comenzara el periodo de horror que todos llamaron primero La Decena Roja y El Imparcial bautizó —el 22 de febrero de ese año— como La Decena Trágica.