Las consecuencias de la corrupción y falta de transparencia en un sector tan primordial como lo es el del abastecimiento de agua potable y saneamiento adecuado son palpables y tangibles. La mala calidad del agua afecta el bolsillo de los hogares y el uso productivo del tiempo; afecta directamente la incidencia de enfermedades, que en muchos casos pueden tornarse graves e irreversibles, particularmente para los niños; y se afecta la manera en la que se distribuye el recurso hídrico sujeto a la escasa inversión y los intereses ajenos a maximizar el bienestar social. El acceso al agua potable ha sido declarado un derecho humano universal y en la forma en la que la gente más necesitada económicamente padece los efectos directos de la corrupción en el sector conllevan a que México esté muy por debajo de las expectativas internacionales.
La ganadora de la corrupción: el agua embotellada
México es el país que más consume agua embotellada en el mundo. En parte como consecuencia de la mala calidad del agua. Pero también, debido al cabildeo político ejercido por productores.
Ciudad de México /