La obra titulada Rosa, que muestra, en un óleo sobre lienzo, a una mujer latina trabajadora, joven, cuyo semblante resalta porque se ve cansada y fastidiada, con el cabello recogido desordenadamente, vestida con una playera lila de manga corta, una franela en el hombro derecho y sosteniendo el palo de una escoba con la mano izquierda, en un fondo entre gris y azul: es una de las pinturas favoritas del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
La pintura, de Arely Morales, elaborada en 2019, tiene unos 80 centímetros de alto, y ocupa la pared dedicada a los dreamers en la residencia del embajador Salazar, en la misma sala en la que tiene también un piano y una mesa redonda de cristal donde suele dejar su carcaterístico sombrero de cowboy.
Hoy, Ken Salazar ofreció un recorrido para mostrar la colección de pinturas y fotografías que exhibe en su residencia oficial, como parte del programa Art in Embassies, y que, en su caso, tiene como temática la historia de ambos países en torno a la migración y la lucha de trabajadores por la conquista de derechos civiles en aquella nación.
Acompañado de su esposa, Esperanza Salazar, el embajador estadunidense mostró algunas de las 30 obras que exhibe en diferentes salas de su residencia, en la colonia Lomas Altas, con motivo del bicentenario de la relación entre México y Estados Unidos.
La colección destaca por el tema recurrente de la lucha por los derechos civiles y humanos y la representación indígena.
“Esta pared era de los dreamers. Esta es mi favorita, Rosa. Es algo que me gusta mucho, la expresión de Rosa. Parece que está cansada, todavía está trabajando y así son muchas de las trabajadoras que hacen el trabajo todo el día y tienen que ir a casa y todavía tienen que llegar a trabajar. Por eso, tiene una posición muy importante en el arte que tenemos aquí”, platicó la señora Salazar en referencia a esa pintura que, por la fuerza de su expresión y el tamaño del cuadro, domina la sala.
Art in Embassies es un programa del Departamento de Estado de Estados Unidos que data del año 1963, como iniciativa del presidente John F. Kennedy, para exhibir obras de arte estadunidense en las embajadas de Estados Unidos en el mundo.
“El programa ha crecido y continúa con su misión de promover la diplomacia cultural a través del arte, promoviendo intercambios y programas artísticos que exhiben a diversos artistas estadunidenses, así como artistas internacionales y de los países anfitriones.“La exposición en la residencia del embajador Ken Salazar explora la larga relación entre los Estados Unidos y México a través de una narrativa visual que destaca una historia compartida de lucha y esperanza”, informó la Embajada en una ficha informativa.
La colección incluye una obra del artista chicano Carlos Francisco Jackson, quien con una técnica de serigrafía sobre papel reprodujo una fotografía de John Kouns de 1918, en la que se ve al líder campesino y activista César Chávez en una escena titulada Rompiendo el Ayuno, en la que está sentado junto al senador Bob Kennedy, la madre de Chávez, su esposa y compañeros trabajadores, durante una reunión en la que se levantó una huelga de hambre.
El embajador Salazar explicó que dentro del programa Art in Embassies se da libertad a los embajadores para escoger las obras que se exhibirán en su residencia y él eligió pinturas de artistas como los ya mencionados, así como de Tony Ortega, Frank Romero, Alfredo Ramos Martínez, Ángel Cabrales, Maceo Montoya, Elsa Muñoz, Malaquías Montoya, David Alfaro Siqueiros, Dr. Atl y Diego Rivera.
En el recorrido también mostró dos retratos de sus padres, Enrique Salazar y Emma Montoya, que lucen en la biblioteca de su residencia, y platicó que los dos, de origen latino, se conocieron en Washington D.C., en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando los dos trabajaban en la obra que se emprendió para construir el ahora conocido como Pentágono.
La exposición está organizada con el apoyo de coleccionistas como el doctor Gilberto Cárdenas, Colección y Archivo de Fundación Televisa, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), y el doctor Isaac Masri.
LP