En el Estado mexicano —sobre todo tratándose de prisiones estatales—, hay privados de la libertad que ejercen el gobierno absoluto dentro de la cárcel. Tienen en su poder las listas de internos (que la autoridad formal les entrega), hacen ellos mismos el pase de lista, distribuyen tareas entre los privados de la libertad sometidos al poder ilegal, deciden la imposición de castigos y los aplican. Cobran piso (extorsionan) a los débiles, so pena de brutales golpizas, violación y asesinato. Del dinero recaudado, ellos deciden cuánto entregarle a la autoridad.
El Estado mexicano y su derrota carcelaria
Lo que ocurre en nuestras cárceles no se queda en ellas. El desgobierno en el sistema penitenciario es una de las causas de la violencia exacerbada que padecemos en las calles de buena parte del país.
Ciudad de México /