Ciudad de México /
Este episodio reciente es reflejo de cómo la política exterior de los países del Golfo deriva en buena medida de la amenaza interna y transnacional (como la Hermandad Musulmana) a su propia supervivencia. Esta percepción de amenaza es lo que los ha incitado, junto con Egipto, Yemen y Jordania, a coordinar sus políticas a un nivel sin precedentes en la decisión de sancionar a Qatar. En contraste, la convergencia y conexión entre esos mismos gobiernos han estado ausentes para lidiar con graves crisis regionales como la guerra en Siria o el Estado Islámico.