Ciudad de México /
¿Qué sigue? Si algo ha demostrado este año es que los analistas, los politólogos, los científicos sociales, no podemos predecir el futuro. Podemos, como dice el chiste sobre los economistas, explicar por qué lo que suponíamos que iba a suceder no fue así. Mucho pasará en estos días, y los análisis —de los cuales es posible se desconfíe más después de lo erróneos que han resultado— serán prolijos. Mientras tanto, lo único que queda es voltear adelante, e intentar lidiar con una realidad que poco entendemos.