Ciudad de México /
La reforma sólo propone un cambio de la regla por defecto, no una obligación. La diferencia está en el hecho de que los ciudadanos pueden optar por no ser donadores. Si esta opción no estuviera disponible, entonces si podríamos hablar de una obligación, pero mientras se permita a los ciudadanos el elegir el no ser donadores, entonces, no podemos hablar de una obligación. En pocas palabras, con este cambio nadie se ve afectado, si alguien no quiere ser donador basta con manifestar que no se quiere ser donador para dejar de serlo.