Hoy el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) cumple 25 años de haberse creado y estar a cargo de los procesos electorales del estado. En este periodo, le ha tocado estar al frente de diez elecciones.
El presidente del Consejo General, Juan José Ramos Charre, afirma que el instituto es fuerte y está lleno de gente profesional, no hay improvisados y eso ha permitido que ningún proceso haya sido anulado.
Además los ciudadanos han manifestado confianza en el instituto al que hace unos meses llegó. Para él, esto eso es el oxígeno para seguir trabajando, lo cual seguirán haciendo con gran responsabilidad pues se trata de recibir y contar votos de la población.
Y aunque es muy prematuro decir cómo será el siguiente proceso electoral debido a la pandemia, sabe que tendrán que adaptarse.

¿Cómo llega el Ietam a su 25 aniversario?
El Ietam tiene un plantilla de colaboradores donde algunos de ellos están cumpliendo entre 15 y 20 años de servicio y otros entre 20 y 25 años de servicio a la institución, significa que tenemos profesionales que han hecho el quehacer institucional un modo de vida y eso es algo muy importante en las instituciones. No somos improvisados, tenemos un marco normativo perfectamente definido y claro y cada quien conoce a detalles las responsabilidades.
Tenemos consejeras y consejeros electorales que han sido seleccionados a partir del 2015 por el INE con procesos rigurosos de selección que están ejerciendo a plenitud sus atribuciones, tenemos también la mesa del Consejo General y en Comisiones del Consejo General las representaciones de siete partidos políticos con registro nacional y eso significa que lo que se hace en la institución está a los ojos de las representaciones partidistas y a la sociedad misma.
¿Qué ha hecho el instituto en estos años?
Tenemos en 25 años de historia, el haber organizado 10 procesos electorales, en cuatro de ellos se ha renovado la gubernatura, hemos participado en nueve procesos electorales en donde se han renovado el Congreso del estado y los 43 ayuntamientos.
De esos diez procesos electores, lo digo con mucho orgullo, en ninguno hemos tenido la anulación de algún proceso electoral, significa que hemos ha atendido los fundamentos mínimos de cada proceso electoral y ajustado su actuar en todo momento a la legalidad.
Es una institución relativamente joven, pero también una institución con capacidad de manera profesional y logística para cumplir con los retos próximos.
Han sido años en los que también se han tenido que ganar la confianza ciudadana
Yo lo entiendo como el oxígeno justamente, la confianza es lo que nos permite a nosotros como autoridad vivir prácticamente, requerimos la confianza de los ciudadanos porque entendemos que la responsabilidad que implica recibir y contar los votos, entonces siempre va a ser un reto, ganarnos y mantener la confianza de los ciudadanos.
Se han reformado leyes, la forma de hacer campañas, se han tenido que adaptar…
Prácticamente después de cada elección siempre las fuerzas políticas representadas en el seno de los Poderes Legislativos, se dan la oportunidad de revisar el marco jurídico para ajustar las reglas del juego para perfeccionar aquello que ha hecho crisis en los procesos electorales y Tamaulipas no ha sido la excepción, el pasado 13 de junio en el Periódico Oficial del Estado se publicó el decreto por el que se modificó la Ley Electoral y la Ley de Medios de Impugnación estatales y son las reglas conforme a las cuales iremos al proceso electoral que inicia el domingo 13 de septiembre.
Con la pandemia, ¿el Ietam qué panorama tiene?
Es muy prematuro tener una claridad absoluta de qué se habrá de modificar para el próximo proceso electoral, pero ya estamos trabajando en ello con el liderazgo del Instituto Nacional Electoral porque a ellos les corresponden atribuciones muy importantes que impactan directamente en las mesas directivas de casillas.
Joseph Thompson, Gerardo de Icaza, Marco Antonio Baños y Carolina Águila de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales nos hacían reflexionar en cómo tendríamos que pensar en jornadas electorales donde debamos equipar a las y los funcionarios de casilla con mascarillas, caretas protectoras, gel antibacterial, insumos para poder desinfectar las urnas, las mamparas, cómo tendríamos que pensar en hacer más ágiles los mecanismos de distribución y recolección de la documentación electoral para reducir a cero prácticamente las probabilidades de algún contagio y son desafíos operativos.
Las autoridades tendremos que pensar en registros en línea seguramente de las candidaturas para evitar aquellas aglomeraciones que se hacían en las sedes de los consejos. La preocupación es compartida, velar por la salud y la vida misma.