Quién se iba a imaginar que la Macroplaza, un icono turístico para pasear, iba a servir como una reserva natural de agua.
Esto sucede desde hace algunos meses tras la crisis del vital líquido que está padeciendo Nuevo León y que, para mitigarla, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey está aprovechándola a través de 22 pozos someros.
Luego de que por años, millones de litros de agua se han desperdiciado de veneros y manantiales subterráneos en pleno centro de Monterrey hacia el drenaje, esto ya se detuvo para aprovecharse como una fuente de vida, explica el historiador Héctor Jaime Treviño Villarreal.
El director del Archivo General del Estado y principal impulsor de que se tomaran en cuenta estos pozos someros de agua para el consumo de los regiomontanos relató que es justificable que este emblema de Monterrey esté sacando momentáneamente de apuros a Nuevo León ante la crisis del vital líquido.
Los pozos someros se ubican en las calles de 5 de Mayo y Escobedo, Matamoros, Doctor Coss, en el cruce del edificio sede del Congreso del Estado, y sobre la calle Juan Ignacio Ramón.
“Es justificable, ya que es una reserva que se debe utilizar. Lo que debemos luchar es porque la Gran Plaza salga del olvido de 30 y tantos años con un plan de conservación. Ahora sabemos que según pertenece a los de Parque Fundidora y hay que aplicarle recursos para mejorarla, debe haber un renacer de la Macroplaza.
“Esos pozos se usaban desde hace más de 40 años y están localizados, los han seguido utilizando en Padre Mier y Doctor Coss, eso sin dejar de señalar que la Gran Plaza debe tener su mantenimiento adecuado”, comentó Treviño Villarreal.
Otros puntos donde existe una reserva de agua a través de estos pozos es en el sótano del Museo de Historia Mexicana, el Teatro de la Ciudad y la Torre del Poder Judicial.
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