En un mes, Salvador y su familia han sido víctimas dos veces de los daños provocados por las inundaciones a consecuencia de la lluvia registrada en el municipio de Tlaquepaque.
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La mañana de este martes Salvador, su esposa, hija, dos nietas y su perrita Canela, se vieron obligados a resguardarse en el albergue Vista Hermosa porque su vivienda ubicada en la calle San Juan en la colonia Ojo de Agua quedó inundada otra vez.
El hombre de 55 años no tiene la mitad de su pierna derecha y una parte del pie izquierdo a consecuencia de la diabetes. Se desplaza en silla de ruedas, así que la madrugada del martes sintió terror al ver que el nivel del agua aumentaba.
“Yo como no puedo caminar miré el agua que ya estaba alta y al salir en mi silla, arriesgándome, me llegó aquí (se toca el pecho). Cuando salí a las 6 de la mañana yo sentado en mi silla”, dijo.
En esta ocasión el albergue Vista Hermosa dio asilo a 14 personas. La mañana de este miércoles solo permanecía en el lugar Salvador y su familia. No tienen familiares que les den un techo o dinero para pagar una estancia y aunque su vivienda ya no está inundada no tienen ni donde cocinar.
En la inundación del 3 de septiembre el agua dañó la estufa, camas, refrigerador, comedor, ropa y zapatos y este 5 de octubre la inundación acabó con lo poco que habían recuperado.
“Teníamos otra vez ropa, una parrillita para comer, unos catres que nos habían prestado aquí. Un radio, una tele viejita para verla, ya íbamos empezando nosotros por nuestra cuenta porque no tenemos nada, ni dinero”, explicó.
Su silla de ruedas también resultó dañada al intentar salir de su hogar en medio del agua.
“Se me quebró, está quebrada de aquí, allá ya está toda quebrada. Ando batallando diario con ella para poder salir a ver qué me regalan y no sé, ahorita no sé. Estoy tratando de perfeccionar algo y ya poder salir”, añadió.
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Salvador es el sustento de sus dos nietas y esposa, quien padece de cisticercos y necesita comprar medicamentos cada semana para evitar convulsionarse, cuyo costo es de 500 pesos. Para subsistir, el hombre recorre a bordo de su silla las avenidas o calles y pide ayuda económica en los cruceros, pero ahora con su silla rota ya no podrá movilizarse.
Si usted tiene una silla de ruedas deportiva que pueda donar o desea apoyar a la familia de otra forma, puede comunicarse al siguiente número: 33 32 31 16 21
“A alguien, si tiene voluntad en apoyarme, en hacerme valer pues se los agradecería a todos y pues que Dios los bendiga a todos”, finalizó.
MC
