Oliva Hernández Vargas es una joven que normalmente en los periodos vacacionales acude a la playa Miramar para emplearse como ayudante de cocina en un restaurante de este paseo turístico, pero actualmente se mantiene cerrado. El coronavirus cambió su situación drásticamente ya que no ha encontrado trabajo y la ha obligado a permanecer en su tierra, Tantoyuca Veracruz, en donde tampoco hay oportunidades laborales.
La universitaria se ha esforzado para salir adelante con los trabajos eventuales que consigue en el máximo paseo turístico del sur de Tamaulipas; le ayuda a continuar sus estudios así como lo hace su tía quien empezó un poco tarde a profesionalizarse debido a que cuidaba de sus hijos.
“Con los trabajos que ofertan en playa Miramar muchos estudiantes logramos solventar los gastos de materiales y comida, pero al no haber trabajo, nuestra situación económica cambia muy drásticamente”.
Oliva cursa la carrera de comercio, quien ya estaba esperando a que iniciarán las vacaciones de Semana Santa así como de Pascua, ya que estos periodos de asuetos le permiten integrarse a la bolsa laboral que ofertan las cadenas de restaurantes y hoteles que se ubican en playa Miramar.
Atrajo problemas
La situación cambió cuando el pasado 16 de marzo se cerró el máximo paseo turístico a causa del incremento de contagios de coronavirus; le acarreó varios problemas que terminaron mermando su economía y futuros planes para la continuidad de su carrera.
“Para pagar mis estudios, durante las vacaciones solía trabajar en los restaurantes de playa Miramar, actualmente con la situación que se vive por la pandemia no he podido ni salir de mi casa”.
El empleo eventual que consigue en un conocido restaurante ubicado en el bulevar costero, le brindaba un salario modesto más propinas que suelen dejar los turistas, lo que le permitía ahorrar durante los periodos vacacionales para poder pagar la mayor parte de los gastos en la universidad.
“Mis padres me ayudan con los gastos de colegiatura, pero como soy de una familia humilde pero trabajadora, con lo que gano en los trabajos eventuales, me ayudaba con los gastos de alimentación y materiales”.
Ahora no logró conseguir ese anhelado trabajo que tanto ella como otros de sus compañeros requieren para salir adelante, sobre todo en esta temporada alta, por lo que espera que se termine pronto la contingencia sanitaria causada por el coronavirus, que pone en verdadero riesgo la continuidad de sus estudios universitarios.
El anhelado regreso
La joven norveracruzana cuenta que con el aislamiento social tuvo que regresar al municipio de Tantoyuca, desde donde tomaba sus clases en línea, y ya cuando concluían se apresuraba a acudir a una fonda en donde consiguió el puesto de cocinera, para conseguir el dinero faltante y pagar su colegiatura ya que busca no perder el ciclo escolar.
“No es mucho lo que me pagan, pero qué le vamos a hacer, tengo que trabajar en donde se pueda, ya que mis metas es salir adelante y si para ello me tengo que esforzar más lo haré con gusto”.
La universitaria del sur de Tamaulipas, señala que espera que en cualquier momento informan las autoridades de salud que ya encontraron la cura al covid-19, misma que traerá la apertura de playa Miramar y el arribo de turistas, que por consiguiente los empresarios de la zona volverán a ofertar la bolsa de trabajo que tanto requieren en este momento los estudiantes foráneos.
